La ciudad de Pontevedra ha sido el emplazamiento en el que este pasado fin de semana se celebraba el quincuagésimo congreso anual de la Sociedade Galega de Oftalmoloxía. Una convocatoria en la que además de tener lugar la asamblea de la sociedade, más de un centenar de médicos de esta especialidad, de dentro y fuera de Galicia, exponían ponencias y casos clínicos sobre el presente y futuro de la Oftalmología.
En este congreso participó el jefe del servicio de Oftalmología del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra, Eloy Viso Outeiriño, con quien conversamos en PontevedraViva y le preguntamos por el contenido y resoluciones de esta reunión anual.
En este 50 Congreso de la Sociedade Galega de Oftalmoloxía celebrado en Pontevedra se han revisado los avances más importantes que se han producido en las patologías que más afectan a nuestra población como son la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) o el glaucoma. Pero este tipo de reuniones no solo sirven para actualizar conocimientos, sino también para compartir experiencias y proyectos encaminados a mejorar la atención a nuestros pacientes.
En referencia a la degeneración macular asociada a la edad se apuntaba que hasta hace poco no había tratamiento. ¿En qué consisten esos avances y se consigue revertir, detener o ralentizar la pérdida de visión?
La DMAE húmeda, que es el subtipo con más riesgo de pérdida de visión, se trata desde hace tiempo con inyecciones intraoculares de fármacos antiangiogénicos. Estos tratamientos consiguen en muchos casos detener la enfermedad e impedir que el paciente pierda más visión, pero tienen el inconveniente de que hay que administrarlos periódicamente.
En el congreso se ha hablado de nuevos fármacos que acaban de ser aprobados o que van a serlo próximamente. Sus ventajas más destacables son su mayor efectividad y que previsiblemente van a permitir espaciar los intervalos entre las dosis, con todo lo que ello conlleva para los pacientes, que no tendrán que acudir con tanta frecuencia al hospital para recibir el tratamiento.
Teniendo como referencia el Servicio de Oftalmología del CHOP, ¿cuáles son las dolencias que más se detectan en los pacientes?, y de éstas, ¿cuál o cuáles resultan más preocupantes por incidencia?
Las enfermedades más frecuentes en nuestra población son las ligadas al envejecimiento, como la citada DMAE, cuya prevalencia ha hecho que creásemos una unidad especial, la Unidad de Terapia Intravítrea, dedicada a la atención de los pacientes con esta patología.
El glaucoma es también especialmente frecuente a causa del síndrome pseudoexfoliativo, trastorno genético que se asocia a esta enfermedad, relativamente común por encima de los 60 años en Galicia. La catarata, como en todas las demás áreas sanitarias de Galicia, sigue siendo la causa más frecuente de pérdida visual reversible.
En los niños destacan los defectos de refracción y los trastornos de la superficie ocular como la conjuntivitis alérgica. En todas las edades, el ojo seco es un motivo frecuente de consulta.
¿Qué avances han incorporado en técnicas de diagnóstico y tratamientos en el Servicio de Oftalmología?
En el Servicio de Oftalmología disponemos de técnicas diagnósticas avanzadas como la tomografía de coherencia óptica (OCT) en sus distintas modalidades. En breve se va a adquirir un retinógrafo de campo amplio con un angiógrafo especial incorporado que va a permitir afinar el diagnóstico de patologías retinianas en determinados casos en los que la angiografía convencional es insuficiente.
En cuanto a tratamientos, estamos introduciendo constantemente, con la colaboración del Servicio de Farmacia, todas las novedades farmacológicas que demuestran mayor eficacia y seguridad en las distintas patologías oculares.
También se han producido avances en las técnicas quirúrgicas a las que el servicio no ha sido ajeno. La utilización de dispositivos de drenaje en el glaucoma, el empleo de anillos corneales y de otras técnicas recientes en el queratocono o el uso de equipos de facoemulsificación cada vez más precisos en la cirugía de la catarata son solo algunos de ellos.
Es obvio que con el paso de los años el sentido de la vista se deteriora, pero teniendo en cuenta los hábitos actuales, con exceso de pantallas en menores, jóvenes y adultos ¿están diagnosticando dolencias que años atrás no se producían o si se producían eran a edades más tardías?
Los cambios ambientales, como la contaminación, o el estilo de vida afectan al sentido de la visión. Estos cambios no solo se traducen en una mayor incidencia de ojo seco y de otras patologías de la superficie ocular, el uso de dispositivos electrónicos, por ejemplo, también puede estar relacionado con una mayor prevalencia de la miopía en los jóvenes. La alimentación y la exposición solar igualmente pueden contribuir a que distintas enfermedades retinianas se manifiesten más tempranamente.
¿Qué debe hacer la población en materia de prevención para conservar una mejor visión el máximo tiempo posible?
Además de la promoción de hábitos saludables como el seguimiento de una dieta equilibrada, hay que añadir la protección solar, el empleo adecuado de dispositivos electrónicos o el uso correcto de las lentes de contacto. De igual forma se debe visitar al oftalmólogo si aparecen síntomas visuales repentinos y se deben hacer revisiones oftalmológicas especialmente entre las personas con enfermedades generales como la diabetes o las que tengan familiares con enfermedades oculares hereditarias como el glaucoma.
En los niños debe hacerse un despistaje de la ambliopía u ojo vago, ya en Atención Primaria y de defectos de refracción aunque no se detecten síntomas.