El destape del río Gafos a su paso por Campolongo será una realidad. Pero el proyecto que impulsará el el gobierno municipal irá "moito máis aló" del hecho de destapar la cubierta de hormigón del río. Así lo ha anunciado este lunes el concejal de Obras, César Mosquera.
Las conclusiones del estudio geotécnico, hidrogeológico y estructural que se hizo durante los últimos meses en todo el tramo soterrado, los 535 metros entre Alcalde Hevia y General Rubín, abren la posibilidad de hacer una intervención mucho más ambiciosa para renaturalizar toda esta zona.
Este proyecto será "en base ás posibilidades existentes na actualidade", ha afirmado Mosquera, por lo que no podrán recuperarse las condiciones iniciales del río, que antes de los años 70 contaba una especie de isla, al tener la corriente de agua un brazo hacia lo que hoy es la Plaza de la Constitución.
El edil ha insistido en sustituir el concepto de "destapar" por el de "renaturalizar", ya que el primer término "queda curto" y solo habla de una acción de las que serán acometidas en el conjunto del proceso, pensadas en que el río "teña un comportamento máis natural do que ten agora".
Así, el estudio contempla algunas necesidades de actuación en el canal actual, como por ejemplo la retirada de ciertos elementos constructivos, como parte del muro de hormigón existente, la solera de hormigón en masa ubicada en la zona inferior del río, y, por supuesto, la cubierta superior.
Además, se apostará por permeabilizar todo su lateral, lo que permitirá nacer y crecer vegetación al lado de todo el canal del río "e darlle vida a este lugar".
Las obras, que el Concello confía en iniciar en octubre, contempla tres tramos de actuación, que tendrá soluciones diferenciadas en función del espacio existente para poder actuar sobre el río. Serán entre Alcalde Hevia e Iglesias Vilarelle, entre Iglesias Vilarelle y el colegio y entre el colegio y General Rubín.
"Sexa como for, o que está claro é que o cauce hai que protexelo, xa que se non podería cambiar no caso de recibir máis auga, máis aínda nas zonas de erosión, onde cambia de dirección", ha indicado César Mosquera durante la explicación de las conclusiones del estudio
En dos de los tramos, los expertos recomiendan tratar una ribera con poca pendiente o aterrazada, pensada para no crear problemas de desplazamiento de ningún tipo. En el restante, a causa del espacio, se crearía una escollera revegetada. Sería, en todo caso, "a mínima intervención posible".
Lo que sí es que en todos se levantará la solera, la cubierta y parte del muro de contención, lo que supondría que podrían ser retiradas más de 7.000 toneladas de rellenos y escombros. Los edificios que hay en todo ese ámbito, según el estudio, "non terían ningún problema".
A partir de ahora, el Concello trabajará para encargar el proyecto que defina los detalles sobre las bases geológicas y hidrológicas del estudio, es decir, "onde irán os pasos superiores e as pontes, se haberá algún sitio de acceso ao cauce, onde vai unha terraciña ou non... todo iso".