Que a pesar de todo lo que han hecho, en las estimaciones de voto para las próximas elecciones de junio, el PP siga estando a la cabeza en la intención de voto de los españoles, es para hacérnoslo mirar. Y no lo digo yo, lo dicen ellos mismos, porque fue el propio presidente del partido el que se dirigió a sus compañeros con la famosa frase de "Joder, qué tropa...!" allá por 2006, cuando Gallardón y Aguirre se atizaban de lo lindo por ver quién se hacía con más poder en el partido.
Pero hablaba Rajoy con conocimiento de causa, porque buena parte de esa "tropa" la ha elegido él, la ha colocado en puestos de responsabilidad, la ha mantenido cuando era sospechosa de haber cometido presuntos delitos y la defendió cuando finalmente fueron imputados unos, y condenados otros.
Rajoy preside un partido lleno de gente buena, con auténtica vocación de servicio, que no cobran de las instituciones en las que están sino que, al contrario, ponen dinero; que son demócratas convencidos y que incluso piensan antes en el interés común que en el suyo propio. El PP está lleno de gente como esta. Pero Mariano también preside un partido corrupto hasta el tuétano, llena de no tan presuntos corruptos que solo piensan en llenarse los bolsillos, que utilizan el dinero público para uso y beneficio propio y a los que se les ha ido la mano en todo ello.
Un partido en el que el propio Rajoy ha cobrado en dinero negro, según figura en los papeles del extesorero más famoso de la historia del partido, y a los que el juez que instruye la causa se atrevió a dar credibilidad. Es el máximo responsable de un partido al que la Justicia ha procesado en el caso Gürtel, la mayor trama de corrupción política conocida en democracia en nuestro país. Bajo su mandato al frente del PP, el partido se ha convertido también en el primer partido que tiene que declarar como imputado por el borrado de los discos duros de Bárcenas.
Pero no solo eso, sino que acabamos de conocer que Hacienda le ha impuesto una multa y le ha obligado a abonar una liquidación complementaria por diversas irregularidades fiscales a Aznar, el que conjuntamente con otro imputado, Rato, fuera el gran gurú de la famosa burbuja inmobiliaria española que además ha sido la causante, en parte, de la pobreza actual. Y por si fuera poco, el caso de José Manuel Soria, un mentiroso compulsivo, porque hay papeles que demuestran sus vínculos con varias sociedades offshore y él lo ha negado reiteradamente.
Y luego está lo de Cañete y lo de Ana Mato, y lo de Jaume Matas y lo de tantos otros exministros y altos cargos de la política española. Todos implicados en graves casos de corrupción y que apenas le han causado un rasguño a la reputación del partido o la del propio presidente.
Por tanto, este también es el PP que preside Rajoy y al que, por lo visto hasta el momento, los españoles tienen intención de entregarle de nuevo la llave de la gobernabilidad. A un partido que es el más corrupto de la historia de la democracia española. Volveremos a las urnas, y si nadie lo remedia, ganarán de nuevo las elecciones. ¿Qué tiene que ocurrir para que la ciudadanía despierte de una vez por todas?