El alcalde de Poio, Ángel Moldes, junto con miembros de la corporación y del Consello Municipal da Muller, participó este viernes en el parón institucional y en la lectura del manifiesto para conmemorar el Día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres.
El manifiesto identifica a la violencia contra las mujeres como "la forma más extrema de discriminación, con graves consecuencias físicas, sociales, económicas y psicológicas sobre las mujeres, a corto y largo plazo, que les impiden participar plenamente y en condiciones de igualdad en la sociedad".
El Concello de Poio asume que todas las instituciones y poder públicos "tenemos el deber de adoptar las medidas necesarias para combatirla".
En este manifiesto, Poio recuerda a todas las vitimas de esta lacra, en especial a Beatriz Lijó, de 47 años, y Ana Vanesa Serén, de 44 años, ambas asesinadas este año en Galicia por sus exparejas. "Sus asesinatos son la expresión mayor de esta barbarie machista, que deja un arroyo de víctimas".
"Desgraciadamente, frente a esta realidad trágica e incontestable, se extienden discursos que banalizan o niegan la violencia machista", es por eso que el Concello entiende "absolutamente necesaria" la reacción "unánime" de todos: identificando esta violencia, reconociendo sus señales, "haciendo recaer el peso de la ley y de la sociedad unida sobre quien la ejerce y rechazando de forma contundente a quién la justifica y a quién ostenta actitudes que la promueven".
Por último, también destaca esta declaración que "hace falta rechazar también la indiferencia, la pasividad o la tolerancia, actitudes cómplices de esta violencia que favorecen el mantenimiento de situaciones de desigualdad y discriminación intolerables en una sociedad avanzada y democrática como la nuestra".