Como cada 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres, Pontevedra visibiliza la lucha social contra las violencias machistas. Lo ha hecho ya desde este lunes, colocando la pancarta conmemorativa en el balcón de la casa consistorial de la Plaza de España.
Tras el despliegue de esta pancarta, Rosa Campos, directora del CIM de Pontevedra, ha dado lectura en el pleno de la corporación municipal al manifiesto institucional del 25N, que en esta ocasión fue elaborado por la Asociación de Profesionales de los Centros de Información a la Mujer (ASOCIM).
En él, después de poner en valor el trabajo "callado y discreto" de las personas que trabajan para mejorar la situación de las víctimas y de todas aquellas mujeres en situación de vulnerabilidad, Campos ha apelado al compromiso de toda la sociedad para erradicar esta lacra social.
"El 25 de noviembre es una fecha para la denuncia activa de toda la sociedad, unida, en contra de la violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de ser mujeres", ha subrayado la responsable del CIM pontevedrés, que entiende que el conjunto de la ciudadanía tiene que "sentirse interpelado".
La violencia machista, según ha recogido este manifiesto, es un problema cultural y estructural "que tiene los orígenes en las relaciones de poder históricamente desiguales entre hombres y mujeres y que por lo tanto precisa de medidas articuladas desde la propia sociedad".
El papel que tienen los ayuntamientos "es fundamental", ha subrayado Rosa Campos, porque pueden garantizar la atención a las víctimas, el acceso a los recursos disponibles, la actuación coordinada y ágil ante estas situaciones y la prevención de la violencia a través de la concienciación ciudadana y de la educación.
El manifiesto ha advertido que esta educación resulta "imprescindible" frente el "alarmante aumento" de las violencias machistas entre la juventud, "alimentado por la constante hipersexualización y cosificación del cuerpo de las mujeres, la cultura de la violación, el fácil acceso a la pornografía, los mitos del amor romántico y la difusión a través de las redes sociales".
"La suma de todo esto contribuye a crear relaciones violentas a edades tempranas, y la educación en igualdad es la mejor y más eficaz herramienta de la que disponemos para frenarlo", ha añadido Campos.
Este "compromiso e implicación" de toda la ciudadanía es vital a la vista de las denuncias presentadas, los casos escondidos de violencia o las mujeres asesinadas, 52 este año. "Para ellas, desgraciadamente, llegamos tarde. Cada una de ellas es un gran fracaso colectivo", ha sentenciado.
La declaración recuerda que ese compromiso "se demuestra con acciones", dotando a los CIM de los recursos personales y materiales suficientes para atender a las víctimas y poniendo en marcha desde las administraciones públicas leyes, planes y políticas de igualdad.
En el caso de Pontevedra, ha finalizado el manifiesto, "declaramos nuestro firme compromiso de trabajar incansable y responsablemente en la mejora de las acciones contra las violencias machistas a través de la coordinación con los recursos sanitarios, sociales, educativos y de seguridad, así como del acceso a la atención y a los recursos para las mujeres que las sufren".