Seis meses después los ambulantes han vuelto a Rafael Areses. La feria semanal de los sábados ha ocupado de nuevo el que había sido su hogar en las últimas décadas. Lo ha hecho entre el malestar de los feriantes y división de opiniones entre los clientes.
Regresar a las inmediaciones del Recinto Ferial fue la petición de los ambulantes después de que el gobierno municipal insistiera sin éxito en trasladarles a la Avenida de Buenos Aires, en donde el dispositivo se desplegó durante dos semanas sin que los puestos se instalaran.
El largo periodo de tiempo sin ingresos, la feria no se celebraba en Pontevedra desde que el pasado 15 de julio no pudieron regresar a la Alameda, en donde se habían asentado desde abril, llevó a los ambulantes este sábado a retomar su actividad.
Los feriantes han aceptado regresar a Rafael Areses, pero seguirán movilizándose para que se les permita volver a la Alameda en donde, según insisten, se acercan muchos más clientes y sus ventas aumentan. Así lo han vuelto a recordar este sábado.
La mayoría de los clientes también prefieren un emplazamiento más céntrico para la feria, si bien no son pocos, especialmente los que acuden desde el rural u otros municipios, afirman preferir esta ubicación al lado del río, ya que les facilita desplazarse y aparcar.