"¿Sabíais que más de 637.000 gallegos viven en riesgo de pobreza?" La pregunta apela a la conciencia social de todas las personas que pasan por la calle Poeta Uxío Novoneyra de Pontevedra a la altura de la librería Erebor. Allí, en una pizarra en la acera, sirve de reclamo para la nueva iniciativa solidaria que acaba de poner en marcha este establecimiento especializado en cómics: recogen libros y los beneficios de su venta los donan al Banco de Alimentos de Sanxenxo.
Ángel Cuñarro es el responsable de este negocio que abrió sus puertas el pasado 25 de abril y a principios de septiembre se animó a poner en marcha un proyecto con el que ayudar a la población más vulnerable. Y es que muchas de esas 637.000 personas en riesgo de pobreza dependen de bancos de alimentos o donaciones para poder comer y quiere poner su granito de arena para ayudarles.
En la familia de Ángel han vivido "muy de cerca" esa situación de vulnerabilidad y han podido comprobar en primera persona cómo trabaja el Banco de Alimentos Rías Baixas de Sanxenxo. Ahora que tiene el escaparate de su negocio para poder ayudar, ha querido devolver un poco de esa ayuda que su entorno recibió cuando lo necesitó.
En su negocio ya tienen una estantería de libros de segunda mano a la venta, en la que dan una segunda o tercera vida a las publicaciones y ahora, en medio del establecimiento, ha decidido poner una nueva estantería que dé a esos libros, además, un fin solidario.
La iniciativa consiste en recoger libros que la población done de forma altruista, exponerlos todos juntos en ese mismo mueble correctamente identificados con sus fines solidarios y todo el dinero recaudado de su venta, destinarlo al Banco de Alimentos.
Esos libros que la gente dona, se venden convenientemente identificados. Ángel los cataloga y les pone un precio casi simbólico, en su mayoría entre 1 y 5 euros, si bien alguno tiene un importe algo superior, en función del resultado de esa catalogación. Cuando alguien se interesa por ellos y los compra, el dinero recaudado va a la caja de las donaciones.
De momento, ya ha recibido en donación alrededor de 150 libros, pero todavía falta dar el paso definitivo para su venta, pues en las primeras semanas de actividad la recaudación apenas ha llegado a 20 euros. Una vez que esa cantidad suba y recauden ya una cifra que ronde los 100 euros, realizará la primera donación.
Esos libros que han alimentado la mente de sus dueños y posteriores donantes servirán, en esa segunda vida, para dar alimento físico para el cuerpo de esas personas que más lo necesitan. Y todo, además, con una fecha muy especial en el horizonte, Navidad. Y es que la intención de Andrés Cuñarro es extender la campaña hasta diciembre y que el dinero recaudado ayude a que esas fechas tan especiales sean un poco más llevaderas para esas familias con dificultades económicas.
A través de las redes sociales de Erebor, Andrés cita a Margaret Mead cuando dijo: "No subestimes la capacidad de un pequeño grupo de personas para cambiar el mundo. De hecho, es lo único que lo ha logrado". Y llama a la ciudadanía a que haga ese pequeño gesto de entregar sus libros para fines solidarios.
Según explica Ángel Cuñarro, desde que puso esa pizarra en la calle, "todos los días viene alguien preguntando". Entran, se interesan por la iniciativa y "a los dos o tres días, viene con libros para donar". Son personas que están haciendo mudanzas, otras que tienen poco sitio en casa para guardar libros o aquellas que deciden que no necesitan tener esos ejemplares en casa y quiere darles la oportunidad de ayudar a mejorar la vida de alguna familia.
"Sabemos por experiencia propia lo que se pasa en estos casos", explica Ángel, consciente de que cualquier donación puede ayudar a llegar a final de mes. Por eso agradece cada gesto de los que presencia en su tienda.
Entra mucha gente preguntando si recogen libros de texto o enciclopedias, pero también novelas, cómics y libros infantiles. Ahora, ya empiezan a tener "bastante cantidad" de ejemplares a la venta que solo esperan que, antes de Navidad, alguien los compre.
La iniciativa puede extenderse incluso más allá de Navidad si tiene buena acogida. Y, en ese caso, también buscarían otras iniciativas solidarias a las que ayudar con los beneficios de estos libros solidarios.