Las obras de reconstrucción del puente de Pontearnelas, que comunica los municipios de Ribadumia y Vilanova de Arousa a través de la carretera PO-300, costarán más de 5,3 millones de euros. Así consta en la tramitación de esta actuación, que la Xunta ha aprobado por la vía de emergencia.
El objetivo del gobierno gallego es que estos trabajos estén finalizados este mismo año o, como muy tarde, a principios de 2024. Dependerá del suministro de los materiales.
El puente quedó cerrado el pasado 18 de abril, ante los daños detectados en varias péndulas que provocaron que la calzada cediera parcialmente y tras proceder a la estabilización de la estructura para evitar su colapso.
Después de las intervenciones iniciales de sostenimiento para asegurar el puente, se continuará trabajando durante las próximas dos semanas en las intervenciones para preparar la retirada del tablero, para iniciar hacia la segunda semana de agosto su demolición, que durará dos meses.
A continuación, se materializará el plan de trabajo decidido para la reconstrucción del vano central del puente, teniendo en cuenta la información sobre el estado de la estructura que proporcionaron las inspecciones realizadas y conforme la solución elegida entre las diferentes alternativas analizadas.
Las obras supondrán una actuación importante sobre el tramo del río y supondrá cambiar la tipología y la fisonomía del puente, que perderá su arco y sus tirantes, pero ganará en estética e integración al proporcionar la propia estructura de dos niveles.
El superior estará reservado para el tráfico rodado y el inferior para el paso de peatones.
En la disposición del nuevo puente se reforzará la cimentación y, a continuación, se montará la nueva estructura metálica sobre la que, posteriormente, se colocarán las prelosas, que serán prefabricadas para agilizar los plazos.
A partir de ahí será necesaria una fase de trabajo sobre el terreno en ferrallado, en impermeabilización, en pavimentación, en pintado o en la instalación de los pretiles.