Carmela Alonso es una vecina de Santa Cruz, en la parroquia pontevedresa de Santo André de Xeve. Su casa se encuentra, en estos inicios del mes de julio, rodeada de maleza con abundancia de tojos y silvas que superan los dos metros de altura.
Esta mujer tiene a su marido imposibilitado y ya en el verano de 2022 se vio obligada a gastar más de 400 euros para que un grupo de jornaleros desbrozasen el monte común. Por este motivo reclama la intervención de la comunidad de montes de Santo André con la intención de que se encarguen de las tareas de limpieza al entender que es un peligro para las casas cuando se espera un verano de altas temperaturas.
Carmela Alonso entiende que hay un riesgo evidente de que, en caso de producirse un incendio, el fuego alcance las casas por la presencia de esta maleza. Afirma que los vocales de montes no atienden sus peticiones: "Acodes a eles pero nin están nin se lles espera", afirma con impotencia.
Vecinos de la parroquia indican que la situación también se produce en Fragoso. A partir del número 6, las casas situadas en la parte superior de la carretera PO-223, y que lindan con el monte, se encuentran en una fraga repleta de pinos con maleza que se aproxima a las casas.
Residentes de este entorno también denuncian que el monte vecinal permanece en estado de abandono en Xeve. Reclaman una intervención de la Comunidade de Montes o del Concello de Pontevedra para saber a qué se destinan las ayudas y subvenciones que recibe este colectivo a través del plan Monte Vivo y de la Xunta de Galicia.