Benjamín, el vendedor de la Oliva desde hace 20 años, reparte 350.000 euros en cupones de la ONCE
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Benjamín Touriño lleva 28 años vendiendo el cupón de la ONCE, los 20 últimos en la Calle Oliva, y en este tiempo ha repartido ya cuatro premios. El último, en el sorteo de este miércoles 15 de enero. Desde la mesa que cada día sitúa frente a la sede de Correos, vendió diez cupones premiados con 35.000 euros cada uno.
Cinco de esos cupones los vendió directamente en la calle y otros cinco los dejó en el bar 'Galerías' de las galerías comerciales de la calle Oliva, donde toma café cada mañana y donde deja boletos desde hace años. En total, repartió 350.000 euros.
La experiencia de dos décadas vendiendo en el mismo punto le permite saber "a quién le tocaron todos menos dos", pero por profesionalidad no aporta detalles, solo que dos de los premiados son "compradores habituales" y "ya mayores" en cuanto a su edad.
El anonimato dura poco en una ciudad como Pontevedra. Pocas horas en este caso. Faltaban unos minutos para las 11.00 horas cuando un cliente se acercó a Benjamín Touriño en la Oliva:
- ¿Tú vendes al bar 'Galerías'?
- Sí.
- ¿Vendiste el de ayer?
- Es posible.
- Soy un premiado. Tenía dos cupones.
Anonimato roto. Aunque solo en parte. El premiado es un comerciante del centro de Pontevedra que prefiere que no se diga su nombre, pero sí se muestra muy dispuesto a contar su historia. Los dos cupones premiados los compró, como cada día, en el bar 'Galerías': "yo siempre cojo dos cupones iguales, dos allí y otros dos en otro sitio, cuatro al día".
Los 70.000 euros que recibirá (en realidad, 56.000 euros una vez descontados los impuestos de Hacienda) le vendrán "muy bien", es "una inyección de moral tremenda", pues tiene un negocio que "va como va toda la economía, mal". Es consciente de que su situación es mejor que la de otra mucha gente, de ahí que asegure que en su caso "no me cambiará la vida, pero sí hay gente que está en una situación crítica, en el paro o cobrando una cantidad ridícula, que le permitirá cambiar la vida un tiempo".
Un tiempo después de enterarse del premio, sigue "un poco descolocado". No sabe "ni donde tengo que cobrar". "¿Qué hay que hacer con el cupón?", le pregunta a Benjamín Touriño. "Vaya a la ONCE", le recomienda éste.
El premio y el letrero que pegó en su puesto despertó la expectación de los clientes de Benjamín, que no oculta su alegría, pues "repartir siempre hace ilusión, a cualquier vendedor le gusta", y eso que en su caso el primer premio que repartió se remonta a los años 80 "cuando el cupón valía 50 pesetas".
La misma expectación se despertó en el bar 'Galerías'. Su propietario, César Ferro, no había repartido nunca ningún premio a pesar de vender habitualmente cupones. Entre las personas a las que vendió un cupón premiado está el cura párroco de Marcón y Tomeza, Don José, que se llevó dos cuando habitualmente compra solo uno.
Ha dado suerte justo cuando está a punto de cerrar, pues en unos días traspasará el negocio por jubilación.