El Gobierno avanza en la tramitación de la A-57. El Boletín Oficial del Estado ha publicado este viernes los resultados del estudio de impacto ambiental del segundo tramo de esta autovía, el que unirá los núcleos de A Ermida (Marcón) y Pilarteiros (Xeve).
Lo hace además decantándose por una de las dos alternativas propuestas, un trazado de cinco kilómetros para el que se estima una inversión de unos 100 millones de euros.
Los promotores del proyecto apuestan por ejecutar la conocida como alternativa 1, que solo afectaría al término municipal de Pontevedra. Sería, según el estudio ambiental, la que presenta "menos efectos negativos" desde el punto de vista ambiental, económico, territorial y funcional.
Los núcleos de población directa o indirectamente afectados serían A Cardosa, Corval, O Teso, Leirados, A Ermida, Pilarteiros, Xamín, O Quinteiro, As Pontes y Carabelos.
El vial conectará al sur con el tramo de la A-57 Vilaboa-A Ermida y al norte con el tramo Pilarteiros-Curro. Incluye tres enlaces: el de A Ermida con la carretera autonómica PO-532, el intermedio con la carretera N-541 y el de Pilarteiros con la carretera autonómica PO-223.
Estará diseñada para velocidades de 100 km/h, con un ancho de calzada de entre 7 y 10,5 metros, asociado este último a tramos con carril adicional, y mediana de 3 metros de ancho.
Entre sus principales ventajas, destacan su mayor proximidad a la traza urbana de Pontevedra en el enlace con la N-541, lo que a su juicio "permite captar mayores tráficos para realizar movimientos periurbanos"; y además, estaría ya contemplada en el PXOM actual.
Además, sostiene que tiene un trazado de menor longitud, presenta un menor impacto visual sobre el territorio y hace que los tres viaductos previstos, sobre el Rego de Cardosa, sobre el Rego de Xanín y sobre el río Lérez -este último de 735 metros-, sean menos complejos.
Estos viaductos se habilitarían "para salvar depresiones del terreno y facilitar la integración paisajística, así como para minimizar la afección a edificaciones".
Pero el estudio aprecia también ciertos inconvenientes en la ejecución de esta alternativa, entre ellas que supondría una mayor afección al patrimonio cultural y a las edificaciones cercanas.
A este respecto, la coordinadora vecinal de Bora rechazaba en sus alegaciones el trazado que ahora propone el Gobierno, al entender que generará un "efecto barrera" en la parroquia y un nivel de ruido elevado. De ahí que reclamaran una solución alejada de los núcleos habitados.
También mostraron su rechazo los comuneros de Santo André de Xeve, Bora y Mourente, alertando de posibles impactos sobre sus actividades forestales; o Patrimonio de la Xunta por la proximidad a dos yacimientos arqueológicos, las mámoas de Monte Barburiña.