José Luis Abet, juzgado a puerta cerrada por el triple crimen machista de Valga

Pontevedra
06 de marzo 2023
Actualizada: 15:22

Durante toda la semana, pasarán por la sala de vistas unas 70 personas, entre testigos, guardias civiles, psicólogas, médicos forenses y peritos. Llama la atención que la defensa de Abet no aporta ningún testigo, sino que son todos de las acusaciones, tanto de la que ejerce la familia de las víctimas como de las acusaciones populares

José Luis Abet, en la sala de vistas de la Audiencia de Pontevedra
José Luis Abet, en la sala de vistas de la Audiencia de Pontevedra / PontevedraViva

La Audiencia Provincial de Pontevedra juzgará a puerta cerrada a José Luis Abet por el triple crimen de Valga en el que en septiembre de 2019 mató a tiros a su ex mujer, Sandra Boquete Jamardo (de 39 años); su ex cuñada, Alba (27); y su ex suegra, Elena Jamardo (58) en presencia de sus hijos de 4 y 7 años. 

El jurado comenzó a formarse a las 10.00 horas de la mañana y quedó constituido pasada la una de la tarde. Finalmente, el caso está en manos de un tribunal de jurado constituido por siete mujeres y dos hombres, ocho mujeres y tres hombres si contamos a los suplentes

A continuación, las partes pusieron la mesa a petición de que el juicio se celebre la puerta cerrada. Todas las partes pidieron que se celebrase de esta manera, la magistrada que preside el tribunal, Rosario Cimadevila, consultó con los miembros del jurado y finalmente, tomó la decisión y el juicio no será en audiencia pública. La decisión se adoptó sobre las 14.30 horas de la tarde de este lunes. 

Para la jornada de este lunes estaba inicialmente fijada la declaración del acusado y de diez testigos, pero finalmente todos estos testigos quedaron para este martes, que se celebrará en sesión de mañana y tarde

Durante toda la semana, pasarán por la sala de vistas unas 70 personas, entre testigos, guardias civiles, psicólogas, médicos forenses y peritos. Llama la atención que la defensa de Abet no aporta ningún testigo, sino que son todos de las acusaciones, tanto de la que ejerce la familia de las víctimas como de las acusaciones populares, que ostenta la Xunta y la Fundación Amigos de Galicia. 

Abet, autor confeso del triple crimen, está acusado tres delitos de asesinato, un delito de tenencia ilícita de armas y dos delitos de lesiones psíquicas graves. Se tratan estos dos últimos de delitos de los que las víctimas son sus dos hijos, que tenía en común con su ex mujer y de los que perdió la patria potestad tras el asesinato.

Por estos hechos, se enfrenta a la pena de prisión permanente revisable. De confirmarse, sería el segundo condenado en la Audiencia Provincial de Pontevedra, tras el de David Oubel, condenado por el doble crimen de sus hijas en Moraña. Fue en su día el primer condenado a prisión permanente revisable de España, en su caso, por la sección cuarta de la Audiencia. A Abet le juzga la sección segunda de la Audiencia.

Según la acusación, Abet "quiso expresamente que sus hijos menores de edad presenciaran cómo mata a su ex mujer, madre de los menores, razón por la que realizó el crimen cuando se disponían a ir al colegio". Como consecuencia de haber presenciado cómo su padre mató a su madre, su tía y su abuela, los menores resultaron con graves daños psicológicos.

El fiscal pide que durante el juicio se reproduzca el DVD que contiene la declaración de uno de los niños a puerta cerrada a fin de evitar la exposición pública de la imagen del menor, así como de los vídeos grabados por el acusado y los audios y mensajes que había en su teléfono móvil. También pide la audición de las llamadas efectuadas al 112 el día de los hechos.

En caso de que el tribunal decida que sí tiene que declarar el niño, pide que lo haga mediante videoconferencia a puerta cerrada, de manera que se evite todo tipo de contacto visual con el acusado. Además, para "reducir al mínimo el impacto emocional" pide que esté acompañado el menor por un psicólogo de la Oficina de Atención a las Víctimas.

RESTO DE LA CONDENA

Además de la prisión permanente revisable, la Fiscaslía pide para Abet la prohibición de residir y acudir al término municipal de Valga  durante 35 años y la privación de la patria potestad. Por la tenencia ilícita de armas, pide tres años de prisión y seis años de privación del derecho a la tenencia y porte de armas. Por las lesiones psíquicas, la pena que pide es de diez años de prisión, cinco por cada delito, y la prohibición de aproximación a cada uno de sus hijos a menos de 500 metros, cualquiera que sea el lugar en que se encuentren, durante 10 años, así como la prohibición de comunicarse con ellos por cualquier medio durante el mismo tiempo y la privación de la patria potestad. 

En concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía pide para el acusado 1,7 millones de euros de indemnizaciones. Así, pide que indemnice a su ex suegro con 475.000 euros por la pérdida de su esposa y sus hijas y a cada uno de sus hijos con 341.000 euros por la pérdida de su madre, su abuela y su tía por las lesiones psíquicas causadas. También pide para la abuela de su ex mujer 340.000 euros por la pérdida de su hija y sus nietas; para la pareja de Alba Boquete, 110.00 euros; y para cada uno de los tíos abuelos de su ex, 70.000 euros.  

Su defensa pide su absolución o, subsidiariamente, que se le condene por tres delitos de homicidio, dos delitos de lesiones psíquicas y uno de tenencia ilícita de armas.

EL CRIMEN

El crimen lo cometió con un revólver marca Ruger de calibre 32 largo en perfecto estado de funcionamiento que compró, según la jueza instructora, "con la finalidad de matar a su ex mujer".

El tribunal de jurado deberá determinar si es o no culpable de este triple crimen ocurrido antes de las 8.00 horas de la mañana del 16 de septiembre, cuando acudió al domicilio en el que vivían su ex mujer y sus dos hijos en Caracido, Cordeiro (Valga) "a sabiendas de que a esa hora era cuando salían del mismo en coche para salir al colegio".

Para sorprenderla y evitar que huyera, colocó su vehículo delante de la puerta del garaje y esperó de pie a su lado a que se abriera la puerta. En cuanto su mujer se disponía a salir del garaje, se vio obligada a detener el vehículo que conducía, momento que aprovechó para ponerse a la altura de la ventanilla del conductor y, tras apuntarle a la cabeza con el arma que llevaba oculta en la espalda, dispararle con la intención de matarla.

Un primer tiro impactó en su cara y luego le disparó dos veces en el cuello y una en el pecho, acabando con su vida de manera inmediata en presencia de sus dos hijos, que ocupaban la parte trasera del coche.

Acto seguido, según el auto de apertura de juicio oral y el escrito de acusación de la Fiscalía de Pontevedra, se subió a su vehículo y abandonó el lugar. Cuando llevaba unos metros recorridos, observó cómo llegaba de frente a él, el coche conducido por la madre de su ex mujer, en el que viajaba como ocupante su hermana Alba. Ambas se dirigían a toda velocidad al domicilio porque Sandra había llamado por teléfono a su hermana pidiendo ayuda.

En ese momento, decidió también acabar con la vida de ambas, razón por la que cambió el sentido de su marcha y las persiguió en coche hasta llegar a la casa. Una vez allí, detuvo el vehículo y, tras recargar el revólver, se apeó. Las sorprendió en el momento en el que intentaban socorrer a Sandra, sin que tuvieran posibilidad alguna de huida.

Abet, según reveló la investigación de la Guardia Civil, disparó alternativamente en cuatro ocasiones contra su ex suegra, a la que alcanzó en la cabeza, el muslo y dos veces en el pecho. A su ex cuñada le disparó en tres ocasiones, una en la cabeza, otra en el pecho y la última en el hombro derecho. Puso fin a la vida de ambas en el acto.

Estos hechos también fueron presenciados por sus hijos menores, que trataron de esconderse en las proximidades. Tras el triple crimen el acusado les dijo, que esperasen allí que vendría a buscarles la Guardia Civil y abandonó el lugar en su coche.