Los dos proyectos pendientes de la Xunta de Galicia para la PO-546, la conocida como carretera vieja de Marín, no convencen al Concello de Pontevedra, que presenta alegaciones ante la Axencia Galega de Infraestruturas para cambiarlos.
La Xunta de Galicia decidió dividir en tres actuaciones el proyecto de mejora de la carretera. La primera, en la calle Avelino Montero, ya está en marcha. Las otras dos se encuentran en fase de información pública y el Concello pretende que se modifiquen y van a enviar informes técnicos que avalan su posición.
El concejal de la parroquia de Lourizán, Alberto Oubiña, presentó este viernes estos informes solicitados por la Xunta de Galicia, y que serán remitidos en los próximos días, y valoró que con ellos "se llega tarde y mal a la hora de resolver las necesidades del vecindario de Lourizán".
"Son unos proyectos que parecen estéticos, pero están más pensados en cuestiones electoralistas que en cuestiones reales", considera el concejal, que añade que, en su opinión, "en el criterio de la Xunta prevalece la comodidad de los camiones que recorren la vía que lleva hasta Ence, frente a la del vecindario de la parroquia".
Una de las actuaciones supone la creación de un aparcamiento disuasorio delante del Pazo de Lourizán. Los estudios técnicos municipales concluyen que no queda garantizada la seguridad en el cruce desde el futuro estacionamiento disuasorio y el Pazo, pues no se contemplan pasos de cebra.
Además, el Concello solicitará la inclusión de un estacionamiento para autobuses en este espacio, algo pedido por el vecindario de la zona, en especial por la chavalada, ya que no existe un espacio seguro donde subir y bajar.
La otra actuación es el eje de movilidad sostenible Pontevedra-Marín hasta la rotonda de Os Praceres. Los técnicos municipales concluyeron que no aparece contemplada la instalación de medidas de calmado de tráfico ni se actúa en el margen izquierdo de las aceras "aún siendo evidentes sus deficiencias".
Los técnicos también indican que parece lógico implementar nuevos pasos de cebra en el trazado, por lo que así va incluido en el informe, solicitando cinco nuevos pasos de este tipo, para dar servicio a cuestiones "tan evidentes" como el acceso seguro a los contenedores de basura.
Alberto Oubiña critica que no se reduce la velocidad de la vía, no se arregla una de las aceras, no se garantiza la conexión de ambos márgenes en condiciones de seguridad y, en resumen, "no se tienen en cuenta las peticiones de los vecinos y de las vecinas".
Añade también que "la cosa es más grave aún" porque sigue sin hablarse de la actuación en el lugar donde hubo un accidente mortal no hace muchos años y no pone sobre la mesa la actuación que tendrá que ir entre la calle San Cristobo y Marín, "quedando olvidado este trazado en los tres proyectos que se presentaron hasta ahora".