Las obras para convertir el tramo de la PO-308 que pasa por Portonovo en un bulevar avanzan a buen ritmo. Ya se han renovado más del 50% de las canalizaciones previstas en la primera fase. A partir de la próxima semana, empezará a construirse los bordillos de las aceras.
El cronograma de los trabajos marca junio como el final de esta primera fase, que va desde el inicio de la carretera de A Lanzada hasta el entronque con la Travesía Areal.
La obra se volverá a retomar tras el verano para no afectar a la actividad turística y comercial.
Pese a que el tránsito peatonal y también el rodado están garantizados de forma segura, el Concello lamenta las molestias que pueden ocasionar una actuación de esta envergadura en el día a día de los negocios y de los vecinos del entorno.
El resultado, según el alcalde Telmo Martín, "merecerá a pena e culminará coa humanización do corazón comercial de Portonovo".
El diseño proyectado también incluye la renovación de los servicios con la instalación de las canalizaciones subterráneas para el cableado de telefonía y para la electricidad o la renovación de las redes de abastecimiento, saneamiento, pluviales y de alumbrado público.
La adjudicataria de la obra, Oresa Construcción y Servicios Globales, ejecuta la obra por algo más de 2,3 millones, de los cuales el 70% asume la Xunta de Galicia, mientras que el Concello paga el 30% restante, según consta en el convenio.
La actuación se centra en un tramo de 810 metros y el objetivo es conseguir que en esta vía ganen protagonismo las personas frente a los vehículos logrando una mejora en la accesibilidad y seguridad vial.