El Concello de Pontevedra empezará el año 2023 con la tranquilidad de saber que el municipio cumple "sobradamente" con las exigencias de la nueva ley de Cambio Climático y Transición Ecológica que contempla la entrada en vigor el próximo 1 de enero de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) cumpliendo además "cos parámetros máis esixentes da Organización Mundial da Saúde".
El concejal de Infraestructuras y Ordenación del Territorio, César Mosquera, ha comparecido este jueves en rueda de prensa para valorar esta nueva normativa, que se apoya en un Real Decreto que ha sido aprobado este mismo martes y en una estrategia elaborada por el Ministerio de Transición Ecológica y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
En primer lugar Mosquera ha recordado que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea condenó a España por no adoptar las medidas necesarias para frenar el incumplimiento sistemático de los límites legales de dióxido de nitrógeno del aire en Madrid y el área metropolitana de Barcelona entre 2010 y 2018.
"Isto ten relevancia porque todo o que se desencadeou despois ten esta orixe", ha dicho el concejal pontevedrés. "Ante esa presión" de la Unión Europea el Gobierno español en la Ley de Cambio Climático definió "as presas e correndo" las Zonas de Bajas Emisiones "só tendo en conta as opcións que estaban a barallar as grandes cidades", explicó Mosquera.
Según indicó el edil nacionalista "partimos dun marco absolutamente retorto e perverso, non arranxamos os problemas onde hai alta contaminación, damos un chimpo no baleiro e poñemos a todas as cidades de máis de 50.000 habitantes cunhas solucións que non se corresponden co seu tamaño nin coa súa dinámica".
Como consecuencia la Ley de Cambio Climático establece que la aplicación de las Zonas de Bajas Emisiones afectará desde este 1 de enero de 2023 a 149 municipios del país, aunque "que a teñan fehacientemente implantada só están Madrid, Barcelona e Pontevedra" otros están en trámite.
En Pontevedra, todo el casco urbano, una superficie de 324 hectáreas, es zona de tráfico reducido, según se recoge en su Plan de Movilidad Urbana Sostenible "e resulta que Madrid e Barcelona seguen sen cumprir os parámetros de contaminación e nos demais hai un cumprimento xeneralizado".
"As cousas que nacen mal dificilmente van ir ben", ha valorado Mosquera.
La pasada semana el Ejecutivo central aprobó el Anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible que regula estas ZBE y que parece calcado do modelo Pontevedra" de calmado de tráfico y recuperación del espacio público para los peatones, según ha señalado Mosquera.
Además, el pasado martes aprobó el Real Decreto que recoge las directrices para implementar estas áreas libres de emisiones "e fixa claramente cales son os obxectivos, que non son cobrar por entrar ou as etiquetas, senón mellorar o aire e mitigar o cambio climático".
Además este Real Decreto recoge que se podrán establecer excepciones al modelo "sempre e cando se cumpran cos parámetros" y en este caso Pontevedra cumple con los parámetros "xa non só os da Unión Europea senón cos máis esixentes da Organización Mundial da Saúde".
Mosquera supone que la mayor parte de las ciudades, que no tienen problemas de contaminación graves, "van optar por esta vía porque as outras son traumáticas" en referencia a el establecimiento de perímetros como el antiguo Madrid Central donde los vehículos más contaminantes no pueden transitar.