El triple crimen que puso a Valga en la crónica negra del machismo llega a juicio en Pontevedra el 6 de marzo

Pontevedra
07 de enero 2023

Un tribunal de jurado juzgará a José Luis Abet en la Audiencia Provincial por matar a tiros a su ex mujer, su ex cuñada y su ex suegra en presencia de sus hijos de 4 y 7 años. Según la jueza instructora, "quiso expresamente que sus hijos menores de edad presenciaran cómo mata a su ex mujer". Los dos menores sufrieron graves daños psicológicos

Paso a disposición judicial en Caldas de José Luis Abet, con la cara tapada con una chaqueta y entre fuertes medidas de seguridad
Paso a disposición judicial en Caldas de José Luis Abet, con la cara tapada con una chaqueta y entre fuertes medidas de seguridad / Cristina Saiz

El 16 de septiembre de 2019, la localidad pontevedresa de Valga entró de lleno en las páginas principales de la crónica negra del machismo en España. Tal y como acabó confesando luego, José Luis Abet mató a tiros a su ex mujer, Sandra Boquete Jamardo (de 39 años); su ex cuñada, Alba (27); y su ex suegra, Elena Jamardo (58) en presencia de sus hijos de 4 y 7 años. 

Tres años y medio después, el 6 de marzo de 2023, llegará a juicio. Será juzgado por un tribunal de jurado en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra. 

Abet, autor confeso del triple crimen, será juzgado por tres delitos de asesinato, un delito de tenencia ilícita de armas y dos delitos de lesiones psíquicas graves. Se tratan estos dos últimos de delitos de los que las víctimas son sus dos hijos, que tenía en común con su ex mujer y de los que perdió la patria potestad tras el asesinato.

La jueza titular del Juzgado de instrucción número 2 de Caldas de Reis, Cristina Sánchez Neira, dictó en septiembre un duro auto de apertura de juicio oral en el que recoge que Abet "quiso expresamente que sus hijos menores de edad presenciaran cómo mata a su ex mujer, madre de los menores, razón por la que realizó el crimen cuando se disponían a ir al colegio". Como consecuencia de haber presenciado cómo su padre mató a su madre, su tía y su abuela, los menores resultaron con graves daños psicológicos.

El fiscal pide que durante el juicio se reproduzca el DVD que contiene la declaración de uno de los niños a puerta cerrada a fin de evitar la exposición pública de la imagen del menor, así como de los vídeos grabados por el acusado y los audios y mensajes que había en su teléfono móvil. También pide la audición de las llamadas efectuadas al 112 el día de los hechos.

En caso de que el tribunal decida que sí tiene que declarar el niño, pide que lo haga mediante videoconferencia a puerta cerrada, de manera que se evite todo tipo de contacto visual con el acusado. Además, para "reducir al mínimo el impacto emocional" pide que esté acompañado el menor por un psicólogo de la Oficina de Atención a las Víctimas.

 

La Fiscalía y las acusaciones particulares, ejercidas por la familia de las víctimas, la Xunta de Galicia y la fundación Amigos de Galicia, solicitarán al jurado que le declare culpable y a la Audiencia que le imponga la pena de prisión permanente revisable.

En el escrito de acusación de la Fiscalía se especifica que al acusado debe aplicársele la circunstancia agravante de parentesco y que, además de la prisión permanente revisable por los asesinatos, que se le imponga la prohibición de residir y acudir al término municipal de Valga  durante 35 años y la privación de la patria potestad

Por la tenencia ilícita de armas, pide tres años de prisión y seis años de privación del derecho a la tenencia y porte de armas. Por las lesiones psíquicas, la pena que pide es de diez años de prisión, cinco por cada delito, y la prohibición de aproximación a cada uno de sus hijos a menos de 500 metros, cualquiera que sea el lugar en que se encuentren, durante 10 años, así como la prohibición de comunicarse con ellos por cualquier medio durante el mismo tiempo y la privación de la patria potestad. 

En concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía pide para el acusado que indemnice a su ex suegro con 475.000 euros por la pérdida de su esposa y sus hijas y a cada uno de sus hijos con 341.000 euros por la pérdida de su madre, su abuela y su tía por las lesiones psíquicas causadas. También pide para la abuela de su ex mujer 340.000 euros por la pérdida de su hija y sus nietas; para la pareja de Alba Boquete, 110.00 euros; y para cada uno de los tíos abuelos de su ex, 70.000 euros.  

 

Su defensa pide su absolución o, subsidiariamente, que se le condene por tres delitos de homicidio, dos delitos de lesiones psíquicas y uno de tenencia ilícita de armas.

El crimen lo cometió con un revólver marca Ruger de calibre 32 largo en perfecto estado de funcionamiento que compró, según la jueza instructora, "con la finalidad de matar a su ex mujer".

El tribunal de jurado deberá determinar si es o no culpable de este triple crimen ocurrido antes de las 8.00 horas de la mañana del 16 de septiembre, cuando acudió al domicilio en el que vivían su ex mujer y sus dos hijos en Caracido, Cordeiro (Valga) "a sabiendas de que a esa hora era cuando salían del mismo en coche para salir al colegio".

Para sorprenderla y evitar que huyera, colocó su vehículo delante de la puerta del garaje y esperó de pie a su lado a que se abriera la puerta. En cuanto su mujer se disponía a salir del garaje, se vio obligada a detener el vehículo que conducía, momento que aprovechó para ponerse a la altura de la ventanilla del conductor y, tras apuntarle a la cabeza con el arma que llevaba oculta en la espalda, dispararle con la intención de matarla.

Un primer tiro impactó en su cara y luego le disparó dos veces en el cuello y una en el pecho, acabando con su vida de manera inmediata en presencia de sus dos hijos, que ocupaban la parte trasera del coche.

Acto seguido, según el auto de apertura de juicio oral y el escrito de acusación de la Fiscalía de Pontevedra, se subió a su vehículo y abandonó el lugar. Cuando llevaba unos metros recorridos, observó cómo llegaba de frente a él, el coche conducido por la madre de su ex mujer, en el que viajaba como ocupante su hermana Alba. Ambas se dirigían a toda velocidad al domicilio porque Sandra había llamado por teléfono a su hermana pidiendo ayuda.

En ese momento, decidió también acabar con la vida de ambas, razón por la que cambió el sentido de su marcha y las persiguió en coche hasta llegar a la casa. Una vez allí, detuvo el vehículo y, tras recargar el revólver, se apeó. Las sorprendió en el momento en el que intentaban socorrer a Sandra, sin que tuvieran posibilidad alguna de huida.

Abet, según reveló la investigación de la Guardia Civil, disparó alternativamente en cuatro ocasiones contra su ex suegra, a la que alcanzó en la cabeza, el muslo y dos veces en el pecho. A su ex cuñada le disparó en tres ocasiones, una en la cabeza, otra en el pecho y la última en el hombro derecho. Puso fin a la vida de ambas en el acto.

Estos hechos también fueron presenciados por sus hijos menores, que trataron de esconderse en las proximidades. Tras el triple crimen el acusado les dijo, que esperasen allí que vendría a buscarles la Guardia Civil y abandonó el lugar en su coche.