El concello de Poio cerró la temporada estival alcanzando una ocupación media, entre el 1 de julio y el 15 de septiembre, del 64,6%.
Así figura en el informe elaborado por el departamento de Turismo, dirigido por la teniente de alcalde, Silvia Díaz, en base a la información allegada por los establecimientos hoteleros regulados del municipio que estuvieron operativos durante el verano, entre los que se incluyen hoteles, apartamentos, casas rurales, albergues y pensiones.
El pico de ocupación se registró durante la primera quincena de agosto, cuando se rozó el 95%, el mejor dato en los últimos años en ese período. Con respecto al tramo final de la temporada, correspondiente a las dos primeras semanas de septiembre, el índice de reservas llegó hasta el 40%.
"O que nos traslada o sector é que, en liñas xerais, as expectativas do verán cumpríronse e agora toca seguir traballando para que esta actividade continúe a consolidarse como un dos principais motores económicos do municipio", señala la concejala de Turismo.
En el caso del porcentaje correspondiente a septiembre, Silvia Díaz reconoce que "os datos previos á pandemia da COVID-19 son máis elevados, pero hai que ter en conta que durante estas dúas últimas semanas rexistráronse varios días de chuvia e mal tempo". Otro factor a tener en cuenta fue el adelanto del inicio del curso escolar con respecto a años anteriores, lo que provocó que se resintiera el turismo familiar, mucho más consolidado durante julio y agosto.
OFICINAS DE TURISMO
Con respecto a la actividad inscrita en las oficinas de turismo, situadas en la Escola do Campo de Combarro y en el Casal de Ferreirós (San Salvador), se prestó asesoramiento a más de 700 personas.
Más del 10% correspondieron a visitantes extranjeros, llegados desde países como Holanda, Inglaterra, Irlanda, Argentina, Francia, Alemania, Portugal e Israel. Con respeto al turismo nacional, la mayor parte de visitantes llegaron de Madrid, Euskadi y Andalucía.