Todo el territorio afectado por los dos incendios que, a principios de este mes de agosto, se produjeron en Caldas de Reis y Ponte Caldelas, ya es oficialmente 'zona catastrófica'. Así lo ha declarado este martes el Consejo de Ministros.
Las ayudas que recibirán los afectados no serán solo para el municipio en el que se originó el incendio, sino que se extenderán igualmente al resto de concellos afectados por esos fuegos, entre ellos Vilagarcía de Arousa y Pontevedra.
El incendio del Xiabre, en Caldas, acabó calcinando unas 450 hectáreas; mientras que el de Ponte Caldelas, por el monte de A Fracha -que afectó también a los núcleos pontevedreses de A Canicouva y Ponte Sampaio-, arrasó otras 380 hectáreas.
Esta figura, que actualmente se denomina zona afectada gravemente por emergencias de protección civil (ZAEPC), permitirá activar un amplio paquete de medidas que, según el delegado del Gobierno, José Miñones, "servirá para paliar de forma importante las pérdidas por los incendios más grandes de la historia de nuestra comunidad".
Miñones aludió a la situación "excepcionalmente complicada" registrada en los montes este verano y puso de manifiesto la "ágil respuesta" del Gobierno para atajar el problema y salvaguardar, en primer lugar, la vida de las personas.
Las ayudas directas que habilita esta declaración como 'zona catastrófica' incluyen ayudas por fallecimiento o incapacidad absoluta, destrucción total o parcial de la vivienda, daños en enseres domésticos o indemnizaciones a empresas, entre otras.
Además, los diferentes ministerios del Gobierno podrán contratar las obras necesarias para reparar los daños causados en infraestructuras de titularidad estatal o conceder ayudas por daños en producciones agrícolas, ganaderas, forestales y de acuicultura marina.
Los municipios afectados, por su parte, recibirán ayudas, por un importe de hasta el 50 por ciento, a los proyectos que ejecuten para reparar infraestructuras, instalaciones y equipamientos municipales que se hayan visto dañados por estos incendios.