Desde este lunes 8, el centro médico de la parroquia pontevedresa de Ponte Sampaio se queda sin facultativo para atender a los pacientes hasta nuevo aviso. Inicialmente, esta situación, según confirman fuentes del área sanitaria, está prevista hasta el próximo miércoles 17 de agosto, siempre que para esa fecha el Servizo Galego de Saúde (Sergas) encuentre algún sustituto para cubrir la ausencia.
El área sanitaria indica que, en caso de que aparezca un suplente, se incorporaría de inmediato a ese puesto de trabajo durante este mes de agosto. Mientras, los pacientes que se han quedado sorprendidos al comprobar la ausencia de médico en el consultorio, deberán trasladarse al centro de salud Virxe Peregrina en el entorno de la Alameda de Pontevedra para ser atendidos por un profesional médico.
Fuentes de la Dirección del área sanitaria de Pontevedra-O Salnés señalan que el déficit de profesionales de Medicina de Familia en las listas de contratación dificulta la capacidad de cobertura durante las vacaciones, tal y como sucede en el centro médico de Ponte Sampaio. Según indican, a las ausencias estivales se suman otras por incidencida de covid-19, además de por permisos profesionales o incapacidad temporal de los facultativos.
En estos casos, señalan desde el área sanitaria que ahora gestiona el gerente José Flores, los pacientes son remitidos a centros de salud cercanos hasta que se puedan cubrir las ausencias en el consultorio.
Desde el Sergas recuerdan la publicación de la Oferta Pública de Empleo a principios de este mes para crear 106 plazas de médico especialista de Atención Primaria en Galicia. De esta cifra, trece profesionales se incorporarán a la actividad de los centros de salud del área sanitaria.
En el verano de 2020 se realizaron varias protestas vecinales frente al consultorio de esta parroquia debido a la falta de incorporación del médico y únicamente se mantenía una persona del servicio de Enfermería en el centro. Las personas usuarias se temían el cierre de este espacio al que acuden mayoritariamente personas de avanzada edad del entorno con dificultades para desplazarse a otros centros de salud. Finalmente el Sergas decidía que un facultativo volviera a atender en la parroquia pontevedresa.