A los vecinos les resultaba imposible conciliar el sueño durante la pasada madrugada, horas en las que las llamas avanzaron sin control y arrasaron 150 hectáreas del monte de A Fracha. ¿Cómo dormir sabiendo que el fuego se veía desde cualquier punto de su núcleo de población? ¿Cómo encerrarse en casa con el temor de que las llamas podían aproximarse peligrosamente en cualquier momento?
Ocurrió en A Canicouva y en O Vilar (Ponte Sampaio), en el término municipal de Pontevedra; y en algunas zonas de Xustáns, en Ponte Caldelas. Decenas de vecinos se juntaron y la noche la pasaron en vela, pendientes de la evolución del incendio declarado durante la tarde del viernes en el monte de A Fracha.
El fuego comenzó sobre las 7:30 de la tarde en la parroquia de Xustáns, en Ponte Caldelas, pero pronto se expandió en dirección a Pontevedra y se aproximó tanto al núcleo de A Canicouva que la Xunta decidió decretar la situación de alerta dos por la proximidad a las viviendas.
En Ponte Sampaio no se decretó esa emergencia y tampoco en varios núcleos de población de Ponte Caldelas desde los que el fuego se veía temerosamente cerca, pero en todos estos lugares, cientos de vecinos se mantuvieron igualmente alerta. Fue una noche muy larga y cargada de tensión con las llamas como telón de fondo.
Este sábado la última actualización realizada por la Conselleía de Medio Rural con datos de las 13.30 horas confirma que el incendio continúa activo y ha arrasado 150 hectáreas. La superficie es muy superior a la confirmada a última hora de la noche de este viernes, de modo que el fuego no está controlado y aumenta su perímetro.
El alcalde de Ponte Caldelas, Andrés Diaz, se mantuvo alerta durante toda la noche, al igual que cientos de vecinos de Pontevedra y de Ponte Caldelas, pendiente de la evolución del fuego y también del trabajo de los medios de extinción. Acompañó a los medios municipales y a los bomberos desplegados por todo el término municipal para contener el avance del fuego, que se concentró en los montes de Sobreiro y Baltar.
La Xunta mantiene la situación dos por la proximidad del fuego al núcelo de A Canicouva y hasta las 13.30 horas de este sábado había desplegado cinco técnicos, 12 agentes, 33 brigadas, 26 motobombas, 4 palas, 8 aviones y 8 helicópteros, medios que se prevé ampliar a lo largo de la mañana, en especial en lo que tiene que ver con los medios aéreos, que con la luz del día pudieron retomar el fuego.
Además, se movilizaron voluntarios de Protección Civil de Pontevedra y Poio, los bomberos de Pontevedra y distintos medios municipales de los dos municipios afectados, Pontevedra y Ponte Caldelas, así como agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Pontevedra.
Tanto en todo Ponte Caldelas como en A Canicouva y las zonas de Ponte Sampaio más próximas al fuego, durante la noche se cortó el suministro eléctrico. Durante la mañana de este sábado, los vecinos de Ponte Sampaio y A Canicouva continúan sin luz y desde la empresa suministradora les explican que se trata de una avería.