Las patrullas verdes conquistan el Camino de Santiago
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Los entornos del puente de las Palabras de Monte Porreiro y del puente de los Tirantes han vuelto a convertirse este miércoles en un campamento militar. Desde primera hora de la mañana, personal de la Brigada Galicia VII, Brilat, instalaron tiendas y prepararon ambas ubicaciones para volver a ser escenario de una cita ya tradicional y aguardada por muchos vecinos de Pontevedra: el paso de los militares que participan en el concurso de patrullas Tui-Santiago de Compostela.
En Monte Porreiro realizan el salto de rapel y en el entorno del puente de los Tirantes usan el Lérez para el paso de río a nado, dos de las siete pruebas que deben pasar los patrulleros que realizan esta prueba. Como cada año, sin parón ni por la pandemia, muchos pontevedreses son fieles a esta cita y los militares demuestran sus destrezas en dos de las pruebas más exigentes del concurso.
El concurso, como siempre, plantea el reto de recorrer los 120 kilómetros del Camino Portugués entre Tui y Santiago mientras realizan siete pruebas de eminente carácter militar (recorrido topográfico, lanzamiento de granadas lastradas, rapel, paso a nado de un río, tiro, paso de pista de aplicación y recorrido cronometrado).
Como siempre, en Pontevedra fueron dos, pero este año, los habituales han podido notar algunas diferencias con respecto a las citas anteriores. La primera, que las patrullas pasaron durante todo el día. La segunda, que en lugar de ser grupos de seis militares, se redujeron a tres.
Ambos cambios vienen derivados de las novedades incluidas en la organización de la prueba, en la que este año existe una nueva modalidad, la categoría Azor, en la que participan equipos de tres patrullas de tres componentes cada una y, por relevos, recorren un tercio del recorrido cada una. Esto implica un adelanto en los horarios que solían ser habituales (sin poder concretarlos porque depende de como avance las patrullas) para estas dos localizaciones, con el paso de militares ya a partir de las 12 del mediodía.
Se mantiene también la modalidad habitual, que ahora se bautiza Compostela, y la elegida por la mayoría de los participantes, en la que la misma patrulla realiza todo el recorrido y hace todas las pruebas menos el salto de rapel. También en esta modalidad se redujeron los componentes de cada patrulla de seis a tres.
El salto de rapel no figura en su recorrido este año, pero sí el paso a nado del río Lérez, de modo que en esta zona, hubo militares nadando con todo su cargamento de 7 kilos -excepto el fusil- durante muchas horas, primero los de la modalidad Azor y ya por la tarde, los de Compostela.
El camino lo están recorriendo 210 militares distribuidos en 31 patrullas, 20 en la modalidad Compostela y 11 en la modalidad Azor. Todos de verde militar y todos con el mismo reto y espíritu, resulta complicado saber de dónde proceden si uno no se fija en el escudo que portan en su equipo, pero hay representación de los tres ejércitos.
Participan la Brigada Aragón I, Brigada Rey Alfonso XIII II de La Legión; Brigada Guzmán el Bueno X, Brigada Extremadura XI, Brigada Guadarrama XII, Brigada Canarias XVI, Mando de Tropas de Montaña (MTM), Regimiento de Inteligencia 1, Agrupación de Apoyo Logístico (AALOG) 61 (Valladolid), Academia Básica del Ejército del Aire (ABA) de León, Tercio Norte (TERNOR) de Infantería de Marina (Armada) de Ferrol y ocho unidades tipo Batallón del Grupo de la Brigada Galicia VII.
De la Brilat, pero de su base en Asturias procede el cabo Barreiro, del batallón Toledo del Regimiento Príncipe número 3. Ya tiene experiencia de años anteriores y cree que la nueva modalidad Azor, que está disputando este año, permite "perfeccionar las pruebas" y "hacer más unidad", pues al llegar los patrulleros con menos cansancio acumulado de recorrer 120 kilómetros, pueden dedicar más energía a las siete pruebas.
El teniente Molla, del Regimiento de Caballería Farnesio 12 de la Brilat de Valladolid, es el responsable de otra patrulla de la categoría Azor y comparte su opinión, pues considera que esta nueva modalidad no supone tanto "desgaste físico" y permite demostrar "destrezas y técnicas y tácticas militares" en las distintas pruebas.
Ambos capitanean dos patrullas que se sumaron a esta nueva modalidad y que, como el resto de los participantes, llevan semanas de duro entrenamiento para poder participar, que deben compatibilizar con su instrucción habitual y la preparación de diversas misiones. El resultado es que llegan "fuertes mentalmente y físicamente".
"Estamos entrenados para esto, estamos fuertes", aseguran. La soldado Prado, del Regimiento Farnesio 12, ve este formato "más accesible que el de 120 kilómetros", pero insiste en que igualmente ha sido necesaria preparación previa y práctica en la realización de las distintas pruebas. Ahora, tendrán que demostrarlo con los resultados finales del concurso, que se conocerán este jueves.