La compañía biotecnológica pontevedresa Bioprana, con sede en Verducido, consigue reducir hasta en un 90% los gases de efecto invernadero que emiten los purines de las granjas de vacuno.
La firma desarrolló en sus laboratorios, ubicados en Porto do Molle (Nigrán), el Activador Bioprana, un tratamiento biológico a base de microorganismos que acaba de obtener el aval de la revista científica Atmosphere en su efectividad para disminuir las emisiones de metano y óxido nitroso de las explotaciones lácteas. La investigación que sirve de base para el artículo científico fue desarrollada en granjas intensivas de vacuno de Galicia.
Bioprana, liderada por sus cofundadores Fernando Rey y Carla Salazar, trabaja desde su nacimiento, hace ahora cinco años, en "soluciones biológicas para el desarrollo de una mejor gestión de la materia orgánica a través de un cocktail propio de microorganismos eficientes".
Carla Salazar cree que este hito supone "un reconocimiento al proyecto, a nuestro trabajo, al esfuerzo y dedicación de nuestro equipo de I+D+i desarrollados en los últimos años a través de una iniciativa que apuesta por la innovación aplicada también a sectores tradicionales y estratégicos para la economía de Galicia y de todo el norte de la Península Ibérica".
El artículo publicado en Atmosphere recuerda que los purines de la ganadería intensiva de vacuno son fuentes relevantes de emisiones de gases de efecto invernadero (metano y óxido nitroso). El estudio, realizado en seis granjas de vacuno de Galicia, midió estas concentraciones gaseosas durante el tratamiento de los purines del ganado. Y, al mismo tiempo, analizó los resultados cuando se utiliza el tratamiento biológico Activador Bioprana sobre los purines.
"Los resultados son alentadores respecto a la reducción de gases de efecto invernadero", afirma el estudio, que destaca que esta herramienta "da a los ganaderos opciones futuras para la mitigación del cambio climático entre sus prácticas habituales".
El metano, 24 veces más contaminante que el dióxido de carbono (CO2), redujo su emisión de entre un 42 y un 86%. La presencia de óxido nitroso, 298 veces más contaminante que el dióxido de carbono, cayó de entre un 50 y un 90%. "Los resultados del estudio muestran un claro efecto sobre las emisiones de los purines del ganado vacuno", concluye el informe editado en Atmosphere.