Este jueves finalizaba la Festa da Troita polos Pobos en el denominado Maio Troiteiro, que durante 26 noches, trasladó este evento por diferentes lugares del municipio de Ponte Caldelas. En la última jornada, la población de Regodobargo, la aldea más pequeña del Concello, demandó más de un millar de raciones de raciones de trucha, pan y vino.
El público asistente llenó tanto el interior de la Casa do Pobo Suso Vaamonde como las mesas establecidas en el exterior. Además de la trucha también se degustaron postres casores y una amplia variedad de licores caseros aportados por el vecindario.
Andrés Díez, alcalde de Ponte Caldelas, felicitó a todo el equipo que puso en marcha estas celebraciones, comandado por Enrique Lafuente que recibió una réplica de la escultura simbólica de esta fiesta en la plaza de España.
La Festa da Troita ofrecerá sus jornadas más espectaculares durante este fin de semana en el casco urbano del municipio, en la Alameda, con diferentes actividades dentro de la programación que se desarrollará a lo largo de la tarde noche del sábado y de toda la jornada del domingo.