Gran expectación mediática ante el juicio por el despido del presidente de Pescanova
Por Oskar Viéitez
En medio de una gran expectación mediática, el Juzgado de lo Mercantil número uno de Pontevedra celebró este lunes la vista del incidente concursal que se sigue tras la demanda del expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, presentada por despido improcedente contra la compañía gallega y contra Deloitte, su administración concursal, por la que reclama 663.199,20 euros.
Fernández de Sousa no acudió a la cita al considerarla "un mero trámite" a la espera de conocer si las instancias judiciales determinan que este proceso se encamine por la vía laboral o mercantil.
La representante jurídica del expresidente de Pescanova sostiene que Fernández de Sousa ha sido trabajador de la firma gallega desde 1977 y hasta que presentó su dimisión como presidente de la compañía el pasado 17 de julio por lo que pidió una indemnización de veinte días por año trabajado. En concreto, la letrada explicó que De Sousa "no tenía un contrato blindado" ni siquiera "un contrato por escrito" que acreditase su relación laboral con la empresa.
Según la abogada, De Sousa inició "desde la base" su relación laboral con la compañía pesquera el 17 de enero de 1977, aunque en apenas cinco meses fue nombrado Director gerente adjunto, "existía por lo tanto una relación de alta dirección compatible con la relación mercantil y ha de ser indemnizado", insistió la letrada, "De Sousa levantó una empresa pequeña con su esfuerzo", dijo.
Sin embargo tanto el administrador concursal, Santiago Hurtado, como la abogada de Pescanova S.A., Silvia Bauza Hernández, argumentaron la inexistencia de un contrato laboral por lo que solicitaron la desestimación total y absoluta, "y no haremos más valoraciones de las debidas sobre ese esfuerzo y dedicación", añadieron.
"No hay base para el despido porque no hay relación laboral", dijo Silvia Bauza, que, entre otras pruebas, entregó la carta de dimisión escrita por De Sousa "en la que él mismo así lo admite".
Su última nómina era de 55.266 euros al mes
Durante la vista desvelaron que Fernández de Sousa reclama una indemnización de 663.199,20 euros, equivalente a doce mensualidades, teniendo en cuenta que su última nómina era de 55.266 euros al mes, que es la cantidad que se utilizó como base de cálculo.
Además de la desestimación íntegra los demandados piden al juez de lo Mercantil que incluya una declaración de temeridad contra Fernández de Sousa y el pago de las costas.
Fernández de Sousa, cuenta con un 7,51 por ciento del capital de Pescanova, que está en concurso de acreedores y que cuenta con una deuda de más de 3.674 millones de euros y un agujero patrimonial de 1.667 millones de euros, según el informe realizado por Deloitte.
Manuel Fernández de Sousa está imputado por falseamiento de información económico-financiera, de las cuentas y por uso de información relevante.
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