Pontevedra insiste en limitar más el tráfico como vía para cumplir la ley de cambio climático
Por Redacción
La entrada en vigor de la ley de cambio climático obligará a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes a implantar antes de 2023 zonas de bajas emisiones para reducir la contaminación provocada por el tráfico. Y Pontevedra es una de las localidades que tendrá que hacerlo.
La propia ley aporta dos vías para crear estas zonas, o bien aplicar un peaje y que los conductores tengan que pagar por entrar en el centro de las ciudades o bien restringir este acceso solo para los coches que tengan etiqueta ecológica, expulsando los más contaminantes.
Pero desde Pontevedra insisten, como le trasladaron al Ministerio para la Transición Ecológica, por una tercera vía que, según el gobierno municipal, viene avalada por su modelo urbano.
Así, tal y como recoge el Plan de Movilidad Urbana Sostenible ( PMUS) que ultima el Concello, la opción de seguir limitando el tráfico recuperando el espacio público para los peatones "es la alternativa más eficiente y menos costosa" de todas las propuestas para la implantación de estas zonas.
El documento propone ahondar en el modelo local promoviendo la reducción de tráficos motorizados, el aprovechamiento del espacio público y descarta la implantación de fórmulas de pago a la hora de circular o estacionar en las calles de la ciudad.
De ser aplicadas las alternativas descartadas, Pontevedra "correría el riesgo de verse de nuevo invadida por vehículos" que limitaran los usos de los espacios actualmente de preferencia peatonal y así aumentar las retenciones, aseguran desde l ejecutivo municipal.
Para respaldar esta afirmación, el equipo redactor del PMUS comparó los resultados ealcanzados por Pontevedra con ciudades que aplicaron las otras medidas.
Singapur, Estocolmo, Madrid, Milán o Londres lograron reducciones en la entrada de vehículos que oscilan entre el 22% y el 41%, mientras que Pontevedra roza el 70% respecto de los vehículos que entraban hace años en la ciudad "y sin cargas económicas asociadas", señala el Concello.
Además, recuerdan que las medidas y los resultados no están circunscritos a una zona central, más o menos extensa, sino que abarcan prácticamente a toda la ciudad compacta.
Con estos datos sobre la mesa, el PMUS recoge como la propuesta más viable a la hora de implantar las zonas de bajas emisiones, la realizada en Pontevedra a lo largo de estos años, es decir, a la de ahondar en la reducción del tránsito motorizado y en el calmado del tráfico.
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