La Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha condenado en conformidad a Ramiro Cerdeira Portela, el trabajador de Ence acusado de un delito de atentado contra el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores.
El acuerdo de conformidad supone que el acusado admite la autoría de los hechos a cambio de una rebaja en la petición inicial de penas que era de un año de prisión y una multa de 1.470 euros por un delito de atentado contra la autoridad y que finalmente, queda en un delito leve de falta de respeto a la autoridad con el pago de un mes de multa con una cuota diaria 6 euros, lo que supone un total 180 euros. "Teño que estar tranquilo e relaxado", comentó el procesado.
Ramiro Cerdeira, visiblemente emocionado, ha explicado a la salida de la Audiencia que "ao final nos fixeron unha proposta, entre o meu avogado e eu falámolo e decidimos que iamos aceptar". También ha insistido en "teño clarísimo" que "imos seguir defendendo os nosos postos de traballo, os dos meus compañeiros e o meu, o pan dos meus fillos porque grazas a esta fábrica vivimos moita xente".
Los hechos objeto de esta causa tuvieron lugar en marzo de 2021 durante el encierro de un grupo de trabajadores de la fábrica de Lourizán en el Concello de Pontevedra. El escrito de acusación de la Fiscalía relata como cuando el regidor y varios concejales salían de las dependencias municipales, el encausado "intentó abalanzarse sobre el teniente de alcalde, siéndole impedido por los agentes policiales".
Añade el Ministerio Público que cuando Fernández Lores, salía del aparcamiento al volante de su vehículo particular, lo hizo protegido por otro cordón policial ya que los trabajadores "le impedían, con gritos e insultos, la salida", destacando al acusado en este comportamiento y señalando que Ramiro "llegó a dar dos patadas al vehículo del alcalde, que no sufrió desperfectos". Según la Fiscalía, realizó estos actos "despreciando el principio de autoridad".
Este delegado de Comisiones Obreras en Ence ha apuntado que hoy defendió ante el tribunal provincial que "non son ningún delincuente e non lle fixen mal a ninguén" y también explicó que aquel día "fixemos unha concentración polo noso conflito laboral".
Preguntado por los periodistas por si se arrepentía de lo sucedido, Ramiro Cerdeira ha asegurado que "eu non lle fixen mal a ninguén, non me arrepinto de nada" y ha precisado que "nin mandamos a ninguén ao sanatorio nin lle dei unha patada a ninguén, nada, e o coche non tiña ningún dano".
CONCENTRACIÓN DE APOYO
En el exterior de la Audiencia de Pontevedra se concentraron este jueves un centenar de personas, entre delegados de Comisiones Obreras y operarios de la fábrica de Ence, que acudieron al Pazo de Xustiza a expresar su apoyo al compañero encausado. "Estou moi agradecido con todos e vexo que son unha persoa apoiada", ha respondido el procesado.
Entre las personas que se concentraron ante la Audiencia se encontraba la secretaria xeral de Comisiones Obreras en Galicia, Amelia Pérez Álvarez, que ha incidido en que "é lamentable que teñamos que estar aquí hoxe cando o único que facemos as organizacións sindicais é defender os postos de traballo".
Amelia Pérez también ha añadido que le parece "lamentable que unha autoridade pública monte este numerito con estas denuncias" y ha relacionado este caso con el incidente ocurrido en Ourense entre el alcalde de la ciudad, Gonzalo Jácome, con otra sindicalista. "Non imos tolerar nin imos normalizar que se criminalicen as nosas actuacións", ha remachado la líder de Comisiones Obreras en Galicia.
Por su parte, la presidenta del comité de oficinas centrales de la fábrica de Ence en Pontevedra, Ana Cedeira. ha afirmado que "estamos sufriendo ataques constantemente por parte del Concello de Pontevedra y del Gobierno central" y ha criticado al alcalde porque "ni se ha dignado en dar la cara y venir aquí" y haciendo hincapié en que van a seguir con sus movilizaciones "por muchas actuaciones barriobajeras que haga Lores y compañía".
La próxima protesta será una marcha convocada para el 27 de mayo al Puerto de Marín para agradecer a la Autoridad Portuaria que promueva la adscripción de los terrenos que ocupa Ence que permitiría, según argumentan, la continuidad de la fábrica sorteando una sentencia en contra.