La mujer que ha roto el 'techo de cristal' en la Policía Local de A Illa
Tiene 35 años y, desde hace apenas un mes, es la primera mujer que forma parte de la Policía Local de A Illa de Arousa. Este 'techo de cristal' no se ha roto, ha estallado en mil pedazos. Y es que, junto a ella, han llegado dos auxiliares más que reforzarán el cuerpo hasta después del verano. Durante los próximos meses, ellas serán mayoría.
En su caso, apunta en esta entrevista con PontevedraViva, ser policía era algo que "tenía muy claro desde pequeña". Hasta llegar hasta aquí, pasó por varios trabajos. "Hasta que un día dije que era el momento y decidí preparar la oposición", explica.
Se animó, reconoce, "ya entrada en edad", con 33 años. Pero en apenas un año logró cumplir su sueño. No fue sin esfuerzo. "Dedicaba ocho o nueve horas diarias a estudiar y otras dos a entrenar", recuerda esta joven. Así, de lunes a viernes. Y, en ocasiones, incluso los sábados.
Todo fue "cuestión de constancia", señala. La parte deportiva le resultó algo más fácil. Practica deporte desde que tenía cinco años y hasta los 28 lo hizo como portera en la élite del fútbol sala femenino. Lo dejó cuando sus obligaciones laborales le impidieron continuar a ese ritmo.
Con la pandemia, eso sí, "fue todo más complicado porque no había desconexión posible con amigos o con la familia", entre otras cosas porque "no me podía contagiar bajo ningún concepto". El riesgo de poder perderse los exámenes era algo inasumible para ella.
A Illa de Arousa, admite la flamante policía local, no fue su primera opción. Ella prefería quedarse más cerca de su casa, A Coruña. Pero tras perder la plaza de Fisterra "que era lo más cercano que me quedaba" cuando le tocó elegir, las condiciones de trabajo inclinaron la balanza.
Asegura que "no conocía A Illa de nada" y el día que cruzó por primera vez el puente que la une al continente "pensé que entraba en el Caribe". Tanto es así que afirma, tremendamente convencida, que "no me arrepiento en ningún momento de haber tomado esta decisión".
"Estoy encantada y me tratan súper bien", destaca de sus nuevos compañeros, los cuales "me tienen en cuenta para todas las decisiones que hay que tomar".
Esta nueva agente reconoce que A Illa "es un pueblo especial", no solo por el carácter de sus gentes, sino porque en verano su población se multiplica exponencialmente. A ella, dice, "me da igual porque yo vengo aquí a trabajar y me he formado para ello".
Entiende no es un trabajo fácil pero "es algo que asumen cuando aceptas presentarte", ya que hay tomar a diario "decisiones duras" y, entre otras cosas, afrontar el machismo de los que, irracionalmente, siguen pensando que la suya no es una labor que deban desempeñar mujeres.
Pero a ella, sostiene con firmeza, "me da igual el sexo y el género" y afirma que actúa igual "con todo el mundo", ya que "lo importante es que tienes que trabajar bien" y, si se cumple esa máxima que tiene grabada a fuego en su mente, "no se va a notar si eres hombre o mujer".
Tiene claro que en un cuerpo como la policía local, al igual que en todas las facetas de la vida, "el equilibrio es 50-50 entre hombres y mujeres" porque subraya que "es innegable" que ambos son biológicamente diferentes "pero psicológicamente también", por lo que "no les ganaremos en velocidad o fuerza pero en indagación, constancia y perseverancia igual soy yo mejor".
"Quiero pensar que poco a poco se está rompiendo ese techo de cristal y estamos llegando más lejos, no solo por el hecho de ser mujeres, sino porque desempeñamos bien nuestro trabajo", defiende esta agente pionera en A Illa de Arousa, que anima a que otras sigan sus pasos.
A todas las mujeres o niñas que quieran dedicarse a esto les dice "que nadie les ponga frenos porque da igual lo que diga el resto". Les advierte que, indudablemente, aún se van a encontrar con muchas piedras en el camino "pero lo importante es quitarlas".
Está convencida de que, con el paso del tiempo, "llegaremos a romper con el machismo que hay y también con los estereotipos". En A Illa ya lo han conseguido. Ella y sus dos nuevas compañeras. Y con nota.