Si buscas en Internet, en hemerotecas, en libros de historia, en documentos, Josefa Fariña parece que no existió. Vivió en Pontevedra entre 1898 y 1944, regentó un ultramarinos y escribía, pero, cuando se casó, destruyó todos sus textos. Solo se conservan de ella un nombre y una foto. Parece que no fue nadie y, en realidad, Josefa Fariña son (somos) todas las mujeres.
Su nombre y su historia sirvieron de inspiración para el alumnado de segundo curso del ciclo de Promoción de la Igualdad de Género que se imparte en el CIFP A Xunqueira. Todo empezó como un trabajo de clase del módulo de Participación Social de las Mujeres y la próxima semana culminará con la entrega de la primera edición de los Premios Josefa Fariña.
Llegaron a la figura de Josefa Fariña a través de los trabajos de género de su profesora, Sonia Rodríguez Vidal; investigaron sobre mujeres de Pontevedra de gran valía y trayectoria notable que no tienen el conocimiento y reconocimiento social que merecen; y decidieron "fomentar la sororidad y el respeto entre mujeres" creando estos premios.
Era un trabajo de clase con el que en este mes de marzo en el que se conmemora el Día Internacional de la Mujer buscaban reivindicar en positivo y luchar "dando visibilidad a las mujeres pontevedresas que triunfan en diferentes ámbitos y de las que nadie habla", pero gustó tanto al alumnado, al centro y a las condecoradas que decidieron salir del aula, hacer un acto formal de entrega e incluso invitar a las autoridades.
Tal y como confirman desde el centro, ya confirmó asistencia el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y hay programadas sorpresas como la lectura de un poema dedicado la Josefa, que leerá la alumna Aida González.
La gran cita que esperan será el 17 de marzo por la tarde en el salón de actos del centro, pero una parte del objetivo que buscaban ya se ve en su día a día. PontevedraViva acompañó al alumnado en una clase de habilidades sociales, con su tutor, Miguel Ángel Rodríguez Fernández, para conocer los detalles de la iniciativa.
Una de las alumnas, Lara Mallo, explica que "es una forma de honrar Josefa Fariña y también de entregar premios a mujeres que llevan toda la vida dedicándose la diferentes áreas y que merecen un reconocimiento".
Serán 14 las mujeres premiadas, 13 categorías y un premio especial en reconocimiento del trabajo femenino en el campo de los cuidados, que será este año para la familia Concepción Diéguez González, madre de Antía Sueiro y cofundadora de la asociación Antía Sueiro para la Ayuda a personas con Parálisis Cerebral y sus familias.
Será un "acto feminista" al que quisieron ponerle el nombre de Josefa Fariña porque, según explica Sonia Rodríguez, "Josefa, escribe, trabaja, sueña, pero la realidad le impone otra vida que no le gusta. Una vida en la que las mujeres no contábamos nada".
Le pusieron su nombre porque Josefa "es todas las mujeres" y "todas debemos de agradecer la invisibilidad de muchas para coger la testigo de luchar con fuerza ahora y seguir cambiando cosas, hasta que hablemos de personas iguales. Hasta que tengamos la libertad de ser lo que queramos ser. Josefa no pudo".
Así, ella le da su nombre, pero "somos todas las mujeres, no es una mujer". De Josefa no hay casi rastro y, precisamente, "no tener nada de ella, es lo que dio forma al trabajo" de investigación que hizo el alumnado.
Las condecoradas este año son más conocidas, pero no todo lo que deberían y, entregándole el premio a ellas, también aspiran a reconocer a "muchas mujeres de las que no hay dato relevante", como homenaje a todas las "abuelas y bisabuelas que hicieron posible que estamos aquí".
En la misma época de Josefa y todas esas abuelas apenas se conocen figuras femeninas, más allá de Emilia Pardo Bazán (1851-1921) o, o poco antes, Concepción Arenal (1820-1893), pero "hay tantas como ellas" que no se conocen ahora que no quieren que les vuelva a pasar la más mujeres y buscan "poner luz a otras mujeres porque antes no se podía".
Su tutor destaca que esta iniciativa es la actividad académica "ideal" por la relevancia que cogió y por la "ilusión" que generó entre el alumnado y entre las condecoradas. "Que el alumnado se implique" no es algo sencillo de conseguir y, en este caso, la implicación fue total.
Fue el propio alumnado lo que hizo la selección de las mujeres destacadas de la ciudad de Pontevedra y reconoce que "no fue una tarea fácil porque no nos aparecen mujeres en seguida". Hay muchas, pero se habla poco de ellas.