La Facultad de Ciencias Sociales pone a prueba su capacidad de reacción ante un incendio
Por Mónica Patxot & Anxo Lourido
12:05 h. Una alarma suena, sin demasiada potencia, en el exterior de la Facultad de Ciencias Sociales. Una veintena de alumnos que se encuentran en la puerta apenas le hacen caso.
12:08 h. Una nueva alarma suena ya en el interior del centro. Los estudiantes comienzan a bajar las escaleras y a salir del edificio. Se muestran tranquilos y se dirigen sin demasiada rapidez hacia las puertas de salida. Un joven pregunta qué es lo que está sucediendo, dice haber escuchado la alarma pero no sabe por qué. Varios profesores y personal del centro con chalecos naranjas y amarillos se trasladan de una a otra aula para que las clases sean desalojadas. Una joven muestra dolor en una pierna y es bajada por las escaleras por dos de los trabajadores del centro empleando el método de la silla de la reina. Otro estudiante parece mareado por intoxicación de humo y también es guiado para que pueda abandonar el inmueble sin dificultad.
En el exterior, los jóvenes se concentran a las puertas de la Facultad. No muestran nerviosismo. Varios comentan en alto su sospecha de que se trata de un simulacro. A continuación, los responsables de la evacuación del edificio obligan a todos los estudiantes a trasladarse hasta la acera de enfrente, en la explanada de la Escuela de Forestales.
La calle situada frente a la facultad es cortada al tráfico.
12:17 h. Un grupo de cincuenta jóvenes sale del edificio ante la mirada de los otros quinientos estudiantes que aguardan desde hace diez minutos ante Forestales. Se trata de alumnos de primero que asistían a una clase en el Aula 3. Uno de ellos comenta que escucharon la alarma pero lejos y "no nos daba la sensación de que teníamos que salir" hasta que uno de los responsables de la evacuación fue a buscarlos. Y pregunta: "¿esto es un simulacro, no? Supongo que si porque si no..."
Los más de 20 responsables de la evacuación observan todos los errores: unos jóvenes que se encuentran próximos al edificio en una esquina, ventanas abiertas, problemas en el aparcamiento de la ambulancia del 061... Según afirmaba el decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Juan Corbacho, ahora se elaborará un informe externo por parte de los Bomberos de Pontevedra y habrá una reunión interna con el equipo de prevención de riesgos para evaluar el simulacro y para buscar soluciones a los errores encontrados. En este sentido mostró su satisfacción por el desarrollo de la intervención: "As persoas feridas foron atendidas, o incendio foi localizado pero hai datos que se poden mellorar tanto a nivel de persoal de organización como de portas abertas e pechadas. En todo caso, serve para a concienciación de todos".
En los meses previos, el personal del centro asistió cursos dentro del plan de prevención de cara a evitar situaciones de riesgo y a saber enfrentarse a este tipo de incidentes.
El cabo de los Bomberos de Pontevedra, Vicente Ferrería, señaló que en estos simulacros se analiza el tráfico de evacuación, los tiempos de respuesta ante las primeras señales de alarma y la actitud del personal y de los estudiantes. Durante la intervención, su objetivo se centraba en comprobar las pautas de conducta y si se estaban empleando correctamente las vías de evacuación, "nosotros tenemos que realizar un informe que trasladaremos a la Universidad de todo lo que pueda ser mejorable"
12:34 Los alumnos regresaban a las aulas tras esta experiencia en la que participaron 600 personas.