El ocio nocturno tenía sus esperanzas puestas en poder celebrar las fiestas navideñas casi como las de antes de la pandemia. Sin embargo, la variante supercontagiosa Ómicron ha provocado una oleada de cancelaciones primero de cenas de empresa prenavideñas y ahora de cenas y fiestas de fin de año.
La entrada en vigor de las restricciones impuestas por la Xunta al ocio nocturno han llevado a algunos locales a adelantar sus fiestas de Nochevieja a este miércoles.
Hay locales que ya no tienen el dinero de las entradas para devolverlo ya que se han gastado buena parte en comprar la mercancía.
Muchos empresarios de la movida pontevedresa creen que "toque de no queda" no va a impedir la celebración de fiestas privadas clandestinas y botellones.
El presidente de la Federación de Asociaciones Provinciales de Empresarios de Salas de Fiestas y Discotecas (Fesdiga), Samuel Pousada, ha advertido de que un cierre de locales de ocio nocturno puede suponer multiplicar "por cinco" las fiestas ilegales en la Galicia y estima que puede conllevar pérdidas de "30 o 40 millones de euros" en la Comunidad.
Todos los afectados coinciden en criticar la tardanza de la Xunta en tomar las medidas a tres días de fin de año.
Buena parte del ocio nocturno optará por cerrar y no volver a abrir hasta el 18 de enero, que es cuando acabarían las restricciones.
DERECHO A DEVOLUCIÓN
Sobre aquellos locales de ocio nocturno que adelantan las fiestas de Fin de Año a este miércoles, la Ley de consumidores y usuarios establece que en estos casos puede considerarse una cancelación por fuerza mayor, por lo que quienes tengan entradas para una fiesta de Fin de Año el día 31 de diciembre tendrían derecho a la devolución. El establecimiento podría cobrar una tasa por gastos de gestión.
Tampoco se acepta que en las entradas se especifique que no son reembolsables, una cláusula que se considera abusiva, ni tampoco vale que el local cambie de fecha el evento, si el cliente no acepta esa modificación.