Guarro Casas y Ence: celulosa y sostenibilidad
El plástico se ha convertido en uno de los grandes problemas medioambientales a nivel mundial. Se estima que ya constituye más del 80 % de la basura que va a parar a mares y océanos.
En los últimos años, el consumo de plásticos y otros derivados de los combustibles fósiles se ha reducido, gracias a la concienciación social y a la normativa europea. También la industria ha explorado otros materiales para ir sustituyendo aquellos productos basados en combustibles fósiles por otros con menor huella ambiental y producidos con un uso sostenible de los recursos renovables.
En este nuevo modelo, las empresas productoras y transformadoras juegan un papel fundamental.
Ence, compañía líder en producción de celulosa sostenible y en generación de energía eléctrica renovable con biomasa, es un buen ejemplo de ello. Su celulosa de alta calidad, una materia prima que en multitud de casos sustituye al plástico y sus derivados, está reconocida por grandes empresas referentes en el sector, entre ellas, la histórica fabricante de papel Guarro Casas.
ENCE & GUARRO CASAS, APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD
La alianza de Ence con Guarro Casas sitúa a la celulosa producida en las biofábricas de la compañía en mercados internacionales, además del prestigio de trabajar en colaboración con una marca que suma más de 300 años de historia, desde su creación en 1698 por Ramón Guarro en La Torre de Claramunt, una pequeña localidad del interior de la provincia de Barcelona, hasta su actual presencia en más de 60 países, con un catálogo de más de 600 referencias de stock.
La principal seña de identidad de Guarro Casas es la calidad de su papel, a la que se une un estricto protocolo de producción responsable. "Nos mueve un profundo respeto hacia el planeta y nuestro entorno", afirma en su página web la empresa, especializada en la fabricación de papeles creativos para el recubrimiento de packaging de lujo y libros, además de papeles y cartulinas de acabado natural para la impresión de libros de tapa blanda y embalaje flexible. A esta producción de papeles especiales se une una nueva línea de productos que sustituyen a otros elaborados a base de plástico.
"Nuestra pulpa se produce de manera sostenible y por eso certificamos nuestros materiales FSC® bajo demanda. Nuestros productos son fabricados en base acuosa. Trabajamos con productores locales para reducir nuestra huella de carbono. Depuramos y limpiamos todo el agua que usamos. Nuestros residuos sólidos se utilizan para la creación de fertilizantes. Y todos estos compromisos se demuestran con nuestra certificación de gestión medioambiental ISO 14001", declara en su información corporativa este fabricante de papel en relación a las acciones para asegurar la sostenibilidad de todos sus procesos y productos.
A partir de la celulosa de Ence, Guarro Casas elabora una gama de productos de material de recubrimiento con características similares al PVC. Se trata de papeles con propiedades hidrófugas, es decir, que evitan la humedad y el agua, y que poseen usos diversos como, por ejemplo, las cartas de los restaurantes, por la facilidad del material final para repeler la suciedad. También se elaboran con pasta de celulosa papeles metalizados, artísticos y pintados, que vienen a completar una gama amplísima de alternativas a partir de la fibra natural procedente de la madera, además de todo tipo de papeles de embalaje y packaging, que en proporción creciente sustituyen a los tradicionales plásticos.
La celulosa producida en las biofábricas de Ence es un aliado de la transición ecológica hacia el modelo de consumo del futuro: ofrece una alternativa renovable y de origen natural al uso de fibras sintéticas, su uso permite obtener productos biodegradables y reciclables y, de este modo, se contribuye al desarrollo de un modelo circular, así como a la bioeconomía del futuro.
La celulosa de Ence, al ser una materia prima de origen nacional, supone así mismo una ventaja añadida para la empresa Guarro Casas, para el consumidor final, y también para el planeta. Más allá de una reducción de los costes, al tener una menor huella de carbono en su transporte, se consigue una producción más sostenible y un suministro más seguro.
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