Fiscalía mantiene una acusación por violación frente al silencio de la supuesta víctima y sus hijos
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Juan L.L. fue juzgado este martes ante la Audiencia de Pontevedra como supuesto autor de una agresión sexual a su esposa, negó la acusación y aseguró que sí que mantuvo una relación sexual con ella, pero fue consentida. Su mujer y supuesta víctima es el único testigo directo que podría confirmar la denuncia que presentó en 2012 y rechazó declarar. El resto de testigos que podrían acreditar los hechos, dos de sus hijos, también se negaron a hablar ante el tribunal. Pese al desarrollo del juicio, el fiscal mantiene que existen pruebas suficientes para condenarle y pide que se le impongan siete años de prisión.
Los hechos por los que está acusado Juan L.L. ocurrieron supuestamente en la madrugada del 22 de julio de 2012 en el domicilio en el que convivía con su mujer y uno de sus hijos en la parroquia de Santiago de Oliveira en Ponteareas. Una semana después, su esposa denunció que él llegó borracho a casa, golpeó varias veces la puerta de su habitación (dormían separados y ella tenía la puerta cerrada) y, cuando ella abrió, la obligó a mantener relaciones sexuales mientras la insultaba y amenazaba.
Un año y tres meses después, la mujer, de 66 años, no quiso confirmar y desmentir esa denuncia ante el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia que juzgaba a su marido, ateniéndose a su derecho a no prestar declaración que pudiese perjudicar a un familiar directo. Dos de sus hijos se atuvieron a ese mismo derecho, pero sí declararon los peritos y forenses.
El fiscal del caso, Juan Carlos Aladro, considera que esta actitud de la familia de negarse a declarar es algo a lo que "ya estamos acostumbrados porque nos pasó en innumerables hechos del ámbito de la violencia de género y doméstica", en los que en entorno íntimo del acusado no quiere airear sus discrepancias en el juzgado.
El fiscal reconoce que "el contenido probatorio ha caido en cierta manera", pero ve pruebas suficientes para pedir su condena
Reconoce que la ausencia de esas declaraciones implica que "el contenido probatorio ha caido en cierta manera", pues "todas las personas que pudieron tener relación directa de golpe y porrazo han desaparecido", pero cree que las pruebas documentales y periciales que hay en el sumario son suficientes para mantener la acusación contra Juan L.L..
Al respecto, da relevancia a las declaraciones de los peritos que declararon en persona y por videoconferencia durante el juicio. Los profesionales sostienen que los hematomas y el dolor que presentaba la supuesta víctima una semana después de los hechos "son compatibles" con haber sido violada por su esposo.
Por su parte, el abogado defensor del procesado considera que el tribunal debe absolver a su cliente porque "no existe prueba de cargo que desvirtúe la presunción de inocencia". Cree que los informes periciales no son contundentes, pues no se acredita ninguna lesión genital de la supuesta víctima y los hematomas que tenía varios días después de la presunta agresión sexual podrían tener otras causas y no una violación.
Además, da credibilidad a la acusación de su cliente, que aseguró ante el tribunal que "no hubo fuerza ninguna", sino que él llegó a la habitación de su mujer, llamó a la puerta y ella "se levantó, abrió y fue una relación normal", que no la tumbó en la cama ni la golpeó ni amenazó.