Los facultativos del Servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHUP), que trabajan en el Hospital Montecelo y en el Provincial, han emitido una carta abierta dirigida al Conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña; al gerente del Sergas, José Manuel Flores; y al gerente del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, José Ramón Gómez.
En el escrito denuncian la situación que viven desde hace meses en Urgencias por la falta de personal facultativo. Afirman que a esta situación se ha llegado "de manera progresiva gracias a la falta de gestión de recursos humanos por parte de la gerencia de Pontevedra, al no asumir - de manera aviesa y contumaz - sus responsabilidades". Indican que han llegado a delegar en el propio Servicio de Urgencias la búsqueda de profesionales "que quieran venir a trabajar al Servicio".
Alertan de que "existe una falta de facultativos y todo lo que ha supuesto la pandemia, en cuanto a desgaste emocional y sobrecarga de trabajo de los profesionales se ha hecho insoportable la presión asistencial, al ser el Servicio de Urgencias la puerta de acceso al Hospital, sin posibilidad de descanso, cierre o cambio de modalidad de consulta, como se hizo en otros servicios del hospital".
Los médicos señalan que, en la actualidad, se está produciendo una "nueva normalidad" en las Urgencias del CHUP, similar a la de antes de 2020, pero con peores circunstancias, al tener que seguir manteniendo medidas de seguridad anti-covid. La afluencia de pacientes se ha disparado desde el comienzo del verano. El espacio de las Urgencias del CHUP sigue siendo excesivamente pequeño para el volumen de pacientes que llega a este Servicio, alegan.
Destacan que "se están empezando a vivir situaciones de sobre aforo en el servicio de Urgencias, tanto de familiares y acompañantes, como de pacientes, muchos en las camillas sin posibilidad de ubicaciones con un mínimo de intimidad, por esta falta de espacio". Entienden que la situación se acentúa "por la crisis existente en Atención Primaria, lo que origina que numerosos pacientes al no ser atendidos en ATP acudan directamente al Servicio de Urgencias con demandas de asistencia no urgentes, pero tampoco demorables 15 días como ocurre en algún Centro de Salud".
"Persisten contratos deficitarios, sin estabilidad a largo plazo y con ausencia de refuerzos de personal cuando es más que necesario. Se ha estado trabajando desde principios del verano al límite de la extenuación, llegando a realizar horas extraordinarias, por encima del tope recomendado. Como consecuencia de esto, el personal está llegando al límite de su capacidad física y mental, con un alto grado de "Burn out" (agotamiento profesional) de algunos facultativos", continúan en su escrito asegurando que esta situación también afecta a enfermería, auxiliares, celadores y administrativos.
Desde el servicio de Urgencias se quejan de "una administración que nos está maltratando y que, a corto plazo, no nos aporta ninguna solución de mejora"
También denuncian que "se ha intentado repetidamente dialogar toda esta problemática con la Gerencia y Dirección del Área Sanitaria, y lo único que nos trasmite es que no hay facultativos en las listas para contratar, y que todos los médicos de familia van a ser contratados para Atención Primaria, incluso aquellos que por decisión personal quisieron trabajar en Urgencias, se les negó el contrato, instándoles a trabajar en Primaria o no trabajar en el Área".
Ante esta situación quiere manifestar su queja "a una administración que nos está maltratando y que, a corto plazo, no nos aporta ninguna solución de mejora". Exigen como primera medida la contratación de los facultativos necesarios para cubrir todos los puestos de trabajo que están descubiertos y que son los siguientes: cuatro bajas por enfermedad en el Hospital Montecelo y una plaza del Hospital Provincial, que se encuentra descubierta desde hace dos meses, según alertan.
Terminan la carta apuntando que no quieren tomar una decisión de conflicto, pero admiten que "la situación es insostenible". De esta forma, advierten de que si no se adoptan soluciones a corto plazo tomarán medidas que garanticen la salud laboral de los facultativos, salvaguardando la asistencia sanitaria de la población.