Principio del fin del pago en efectivo en el ocio nocturno pontevedrés
Por Manu Otero
La pandemia de la covid-19 ha modificado muchas rutinas. La higiene de manos y reducir el contacto con posibles superficies u objetos contaminados es una de ellas. Y en este nuevo panorama, los billetes y las monedas parecen tener los días contados.
De este cambio de tendencia se han dado cuenta en el pub Bazaar de Pontevedra, que el próximo fin de semana estrenarán un nuevo sistema de control de accesos en el que solo se admitirá el pago con tarjeta, móvil o relojes.
Además de reducir el intercambio de efectivo entre los trabajadores del local y los clientes, este nuevo método facilita el control de los aforos y asegura la viabilidad de los negocios porque "garantiza que todo cliente que entre en el local haga una consumución mínima", explica el gerente del local, Iván Parada, quien considera que "solo se le ven mejoras a este sistema".
El proceso de entrada en el local variará poco. "Tú llegas a la puerta, enseñas el certificado de vacunación, sacas tu entrada con consumición y lo entregas en barra. El servicio va a ser mucho más rápido porque los camareros no tienen que cobrar", detalla el encargado. No obstante, este proceso es solo para la primera consumución, una vez dentro del local los clientes seguirán acudiendo a la barra para pedir nuevas bebidas y abonarlas.
La decisión de implantar este pionero sistema está avalada por un cambio radical en la facturación del local desde la reapertura del ocio nocturno.
"Desde la llegada de la covid, la forma de trabajar y la facturación cambió de efectivo a tarjeta un montón. Si antes del covid facturábamos un 80 % en efectivo y un 20% en tarjeta, ahora es un 85% en tarjeta y un 15% en efectivo. Ya casi todo el mundo paga con el móvil o con la tarjeta. Las cosas van avanzando y nos adaptamos a las novedades", sostiene Parada.
Este nuevo sistema da por terminada la era de las tarjetitas que muchos locales entregaban a sus clientes a la entrada para canjearlas por una consumición y recibir el sello en la mano que luego lucías con orgullo o vergüenza, depende, en la comida familiar del domingo. "El sistema de tarjetitas entendemos que está obsoleto y no viene acorde con los protocolos covid, demasiado contacto con demasiadas cosas. Es una forma de eliminarlo y avanzar con las tecnologías", expone el gerente.
Por ahora, entre los locales de ocio nocturno de la ciudad solo el Bazaar contará con esta máquina en su puerta de entrada, pero pronto serán otros locales los que la incorporen. "Somos pioneros con este sistema, pero tengo contacto con varios locales de la zona, les expuse el caso y están muy interesados. Ya están en contacto con la empresa para instalarlo en sus locales", confiesa.
Eso sí, el sistema estilo semáforo que empleaban hasta la fecha para informar del nivel de ocupación del local seguirá funcionando. "Va a continuar porque es un buen sistema y la gente se adaptó a él", reconoce.
Es consciente Iván Parada de que tras la reactivación del ocio nocturno este verano el comportamiento de los consumidores es muy diferente al anterior de la pandemia. Sin embargo, no pueden estar más satisfechos con este cambio de tendencia.
"Antes abríamos a las 12 de la noche y hasta la 1.30 horas no llegaba la clientela. Ahora abrimos a las 23.30 horas y ya hay gente que accede al local. Trabajamos en un horario mucho más prolongado y la gente disfruta mucho más tiempo. A día de hoy es beneficioso para el local", afirma.
Sin embargo, la situación podría revertirse en cuanto las autoridades permitan a los locales funcionar con el horario que marca sus licencias, limitado ahora hasta las 4.30 horas, en lugar de las 5.30 horas en el caso del Bazaar.
"Esta nueva normalidad yo creo que se va a quedar: el control de aforo, el pago con tarjeta... Pero cuanto más horario nos den, será más beneficioso para nosotros", señala el encargado, quien no cree que sus clientes vayan a retomar las costumbres anteriores. "Aunque nos den nuestro horario de licencia, la gente no va a cambiar. Seguirán saliendo a la misma hora porque tienen más horas de disfrute. Esto viene para quedarse", asegura.
Pero ese tiempo que gana el ocio nocturno, lo pierden los locales de primera hora. "Les perjudica", reconoce Parada. Aunque matiza que "igual que en verano a nosotros nos perjudicaba que alargasen más las terrazas". En cualquier caso, en el sector están convencidos de que hay oportunidades para todos y que solo trabajando en conjunto conseguirán sacas sus locales adelante. "El tema es que trabajemos en sinergia y nos vaya bien a todos", remata Iván Parada.
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