El Concello de Pontevedra hace público los datos de una encuesta realizada durante el mes de octubre relacionada con la movilidad hacia los centros educativos ubicados en el centro de la ciudad. La principal conclusión es que, diez años después de la puesta en marcha de los Camiños Escolares, la costumbre de ir al cole a pie no solo está consolidada, sino que sigue creciendo.
El 73% de los escolares encuestados completa el itinerario a pie, mientras que los restantes lo hacen en transporte escolar o en vehículo privado. No obstante, puntualiza el concelleiro de Mobilidade, Demetrio Gómez, que la mayor parte de estos casos están concentrados en el centro de monte Porreiro, el único que cuenta con autobuses; y en el Vidal Portela, porque muchos de los matriculados proceden de distritos alejados del colegio.
Si se compara con la última encuesta de este tipo realizada, que tuvo lugar en el año 2013, dos años después de la implantación del programa de Camiños Escolares, los resultados son más que satisfactorios. En aquella época, el 67% del alumnado de estos centros acudía a pie a clase, ahora es el 73%.
Además, también crece hasta el 27% el número de alumnos que completan el recorrido solos o con compañeros de clase, mientras que el 46% lo hace acompañadopor sus progenitores o tutores. Cabe recordar que el objetivo último de esta campaña es que los menores puedan ir solos a sus colegios sin miedo a que sufran ningún percance porque la ciudad, a través de su modelo urbano, es la encargada de cuidarlos, explica el edil.
La encuesta realizada por el departamento de la Policía Municipal refleja también que el índice de escolares que acuden solos a sus centros aumenta a medida que se hacen mayores, mientras que los más pequeños siguen acudiendo acompañados. A pesar de los buenos datos, desde el Concello aspiran a mejorar todavía más las cifras.
La realización de este estudio está enmarcado en la redacción de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) por requerimiento de la Unión Europea, que exige a los concellos disponer de este deocumento para optar a fondos EDUSI o Next Generation.
Aunque Pontevedra ya ha logrado la mayor parte de los objetivos marcados, el Concello debe aprobar este plan antes del 2023. Gómez confía en poder tenerlo aprobado a principios del 2022 y para ello ya han contratado la asistencia técnica, por 17.000 euros, que guia a los técnicos del departamento de Ingeniería y Policía Local que se están encargando de su elaboración.
Entre las metas exigidas por la Unión Europea y que Pontevedra ya tiene conseguidas, figura la reducción de accidentes de tráfico, la reducción de emisión de gases de efecto invernadero, la reducción del uso del vehículo privado, la implantación de aparcamientos disuasorios, el aumento de la movilidad peatonal y ciclista o el fomento del transporte público, la única tarea pendiente que tiene por ahora el Concello.
A pesar de ir muy por delante de los requisitos comunitarios, el gobierno local aprovechará la redacción del PMUS para realizar un diagnóstico del estado actual de la movilidad sostenible, plantearse objetivos más ambiciosos, diseñar proyectos para alcanzarlos y definir indicadores para descubrir los resultados.
REDUCTORES DE VELOCIDAD EN MONTE PORREIRO
El concelleiro de Mobilidade y Obras Públicas, Demetrio Gómez, mantuvo recientemente una reunión con integrantes de la plataforma vecinal Monte Porreiro quere avanzar, quienes le transmitieron algunas demandas del barrio que el edil ve "razonables" y que se ejecutarán de forma inmediata.
La más urgente es la implantación de reductores de velocidad en la calle Portugal, en el entorno del mirador, después de detectar la circulación de coches a alta velocidad y recibir denuncias por parte de los residentes de la organización de carreras de coches en la zona.
En un principio, el Concello prevé instalar cuatro lombos en el entorno de esta calle.
Asimismo, se procederá al pintado de un nuevo paso de peatones en la calle Bélgica y a la revisión y desplazamiento de algunos otros a lo largo del barrio.