Una despedida de soltero entre golpes, botellazos e insultos que acabó con cinco condenados
Por Natalia Puga
Cinco personas han sido sido condenadas como autores de delitos de lesiones por los golpes que propinaron a dos camareras y un cliente del restaurante Abuelo Pintos de Barro en el transcurso de una pelea multitudinaria mientras celebraban una despedida de soltero.
Los cinco llegaron a un acuerdo con la Fiscalía y, tras confesar los hechos, fueron condenados con su conformidad por el tribunal de la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra.
La sentencia, que ya es firme, condena a tres mujeres y dos hombres naturales de Marín, Barro y Campo Lameiro. A las tres mujeres les condena por un delito de lesiones leves a un mes de multa a razón de 5 euros diarios, esto es, 150 euros.
A los dos varones les condena a nueve meses de multa con una cuota diaria de 5 euros, esto es, 1.350 euros, como autores de un delito de lesiones en el que concurren la circunstancia agravante de abuso de superioridad o del auxilio de otras personas que debiliten la defensa del ofendido o faciliten la impunidad del delincuente.
Además, los dos hombres deberán pagar indemnizaciones de 2.582 y 3.600 euros al cliente lesionado, que se metió en la pelea porque entró en defensa de una de las camareras que estaba siendo atacada y recibió los golpes más duros, que le dejaron secuelas.
Los hechos ocurrieron sobre las cuatro y media de la madrugada del 11 de agosto de 2019. Un número muy elevado de chicos y chicas que estaban juntos porque celebraban una despedida de soltero se trasladaron al bar Abuelo Pintos para continuar con la fiesta y, una vez allí, algunos comenzaron a hacer mucho ruido con los vehículos de motor y a impedir o dificultar la salida de los clientes del parking ubicado en las inmediaciones del bar.
Una de las camareras del local salió para recriminarles su actitud y se inició un enfrentamiento verbal en el que unos y otros rompieron botellas de cerveza contra el suelo. Además, al menos uno de ellos le dijo a la chica y a su compañera de trabajo "zorras, hijas de puta, niñatas, no tenéis media hostia, no valéis para nada".
La camarera que había salido en primer lugar regresó al interior del bar y su compañera fue al almacén a llamar a su jefe. En ese instante entraron en el bar tres chicas y se dirigieron directamente hacia la trabajadora. Una cogió un cenicero que había en el local y le dijo "te lo voy a reventar la cabeza" y las tres juntas la agarraron por el cuello, le tiraron del pelo y le propinaron diversos golpes por todo el cuerpo.
Un cliente se acercó para evitar la agresión, pero en ese momento entraron en el local un gran número de personas entre las cuales estaban los dos chicos ahora condenados.
A partir de ahí, se inició una pelea generalizada con numerosos contendientes en el que estos dos chicos se dirigieron al citado cliente y le propinaron un golpe directo en la cara y varias patadas mientras estaba en el suelo, alcanzándolo en la cabeza, en la cara y en diversas partes de su cuerpo. Además, uno de ellos cogió una banqueta e intentó agredirlo.