La Asociación de Comerciantes Marín Sur (ACEMAS) alerta de la situación que está sufriendo el personal de los establecimientos comerciales de Seixo después de que el 21 de julio cerrara la sucursal bancaria de Abanca en la parroquia.
Indican que se encuentran con dificultades para realizar ingresos y retiradas de dinero, obtención de cambio para las ventas diarias o el pago a proveedores, entre otras situaciones. El cierre de la oficina obliga, además, a que los responsables de los establecimientos tengan que trasladarse hasta las oficinas del centro de Marín o a Bueu con el problema que conlleva de gastos de traslado, pérdida de tiempo y, en muchas ocasiones, espera ante las largas colas que se registran en estas oficinas bancarias.
La asociación, que agrupa a comerciantes de las zonas de Seixo, Ardán, Santomé y alrededores, demanda al Concello de Marín que realice presión ante la dirección de la entidad financiera para forzar la reapertura de los servicios que se prestaban hasta finales de julio en Seixo.
En este sentido, ACEMAS entiende que son muy positivas las acciones que, desde otros Concellos, han realizado a través de sus alcaldes, como es el caso de Portas o de Campo Lameiro, al conseguir que se mantenga abierta la oficina varios días a la semana, además de instalar una unidad móvil los días de feria para ofrecer un servicio al vecindario.
ACEMAS demanda la misma presión a la alcaldesa María Ramallo para evitar que la vida económica, comercial y turística de Seixo y del entorno continúe afectada gravemente por el cierre. Esta asociación había realizado protestas ante la decisión de la entidad y también recogió 1.500 firmas, entregadas en la propia oficina de Abanca el último día de actividad en la parroquia.