A menos de un mes para que se inicie el curso escolar, a las 9 de la mañana de este lunes 23 de agosto arrancaba la vacunación de la franja de edad de 12 a 13 años. Este proceso gradual se prolongará durante toda la semana, con el objetivo de inmunizar al alumnado de educación secundaria de entre 12 y 15 años.
Según informa la Consellería de Sanidade, en el Área Sanitaria de Pontevedra-O Salnés para la jornada de este lunes están convocadas en el recinto ferial de Pontevedra un total de 4.582 personas, y en el recinto de Fexdega, en Vilagarcía de Arousa, 1.300. La vacuna destinada para los 12 y 13 años es Moderna.
INCIDENCIAS CON EL CONSENTIMIENTO FIRMADO
En el caso de los menores con edades entre 12 y los 15 años, la característica diferencial de este procedimiento es que se necesitará de un consentimiento informado por escrito, firmado por el padre, madre o tutor legal del menor. Este documento se puede descargar en la página web del Sergas o en la App.
En la puerta del recinto ferial de Pontevedra, miembros de Protección Civil comprobaban que todos los que acudían a vacunarse trajeran el documento firmado y la citación, antes de dirigirlos a la zona de vacunas. Según pudimos comprobar, un gran número de acompañantes aseguraban que desconocían esta obligación, ya que en el sms de la citación no constaba ningún dato al respecto. Los que habían sido citados a través de la web, sí podían acceder a esta información. En previsión de esta circunstancia, junto a la puerta de entrada se habilitó un mostrador y mesas donde a los responsables de los menores se les facilitaba el documento para cubrirlo en el momento.
Begoña Yácer es madre de Victoria, de 13 años, y comenta que, a pesar de que son varias hojas de información, comprender el consentimiento informado no le resultó complicado porque "yo ya tuve que traer el consentimiento para mí porque me pusieron combinada, AstraZeneca y luego Pfizer, y tuve que autorizarlo". En su caso, con ambas vacunas "tuve malestar y fiebre, más acusado tras la primera dosis" pero confía en que su hija no experimente ningún efecto secundario. "Nos dijeron que si tenía malestar a lo largo del día que tome un paracetamol o un Apiretal, pero como ella no toma nada no creo que se encuentre mal", indica la madre, mientras la hija confirma este estado de tranquilidad al afirmar que todo el proceso "fue muy bien, porque la aguja es muy fina, entonces casi no la notas cuando te la ponen y te la sacan".
FAMILIAS CON VARIAS CITAS EN UNA SEMANA
El hecho de que esta semana sean inmunizados los escolares de entre 12 años y menores de 16 implica que muchas familias tengan que apuntar varias citas en el calendario. Es el caso de Elisa Pisos, que acudía al recinto ferial con su hijo Uxío, de 13 años, y que tendrá que repetir visita. "Imos a volver porque temos un neno de 15 anos e tócalle o mércores vacunarse", apunta Elisa al tiempo que manifiesta que "non viñemos con nervios, tiñamos ganas de vacunalos, en casa estamos todos vacunados e solo faltan os nenos, así que moi contentos". Uxío, por su parte, también confirma que le apetecía vacunarse para "poder hacer más cosas" y que "como me dijeron que no iba doler, venía tranquilo, entramos, me pincharon y ya, no dolió nada".
Emiliano Quintillán acompaña a su hijo Darío y reconoce lo bien organizado que encontró todo el proceso porque "vin o outro día cos maiores de 21 anos e había moitísima xente e hoxe vai todo moi fluído, vai ben, non tardamos nin dez minutos". Precisamente Darío es el último de la casa en vacunarse y asegura que "no venía con nervios" y que se encontraba bien, "ni mareado ni nada", pese al calor. Según les informaron, serán citados para la segunda dosis en 28 días.
TERESA VILLANUEVA, COORDINADORA DE VACUNACIÓN
La fluidez con la que se está procediendo a las vacunaciones se debe a una organización precisa en la que destaca la labor de los profesionales y la distribución del espacio, con 15 puestos habilitados. En el número siete atiende Teresa Villanueva, enfermera que además de vacunar asume la labor de coordinación junto a otro compañero, Martín, al estar la coordinadora principal de vacaciones. La entrevistamos una hora y media después de comenzar las primeras vacunaciones.
- Nós empezamos ás 8 da mañá. De 8 a 9 preparamos as vacinas, unha carga inicial, e despois ao longo do día imos preparando segundo as necesidades. Logo as portas abrímolas ás 9 e dende entón o día está indo moi tranquililo, moi fluído e moi ben.
Junto al puesto 7 se encuentra la zona de recuperación, con una camilla para acostar a quien sufra un mareo. Mientras hablamos con Teresa, llega un menor acompañado y lo acuestan. Cerca, otro niño es trasladado en silla de ruedas y lo tranquilizan mientras respira sobre una bolsa de plástico. La temperatura en el recinto ferial va elevándose y Teresa Villanueva aclara que esta es la principal razón de estos mareos. Con respecto a esta franja de edad de 12 y 13 años señala que "eles están acostumados a vacunarse, non como os adultos, entón moi ben, non hai problema, veñen colaborativos e moi tranquilos".
En este punto es inevitable preguntarle si con su experiencia, vacunando desde el mes de febrero, nota diferencias según la edad, y la respuesta es negativa, excepto con un leve matiz. "Nos adolescentes que tuvemos estes días de 18, 19 ou 20 si que houbo varios desmaios, pero bueno, son cousas limitadas e non teñen maior importancia", añade. ¿Y cuál es la razón para que haya más incidencias en este tramo de edad? La respuesta es sencilla: "os nervios e a calor". En todo caso, estas situaciones entran dentro de la normalidad. Añade Teresa Villanueva que "incluso se alguén chega e nos di que ten medo ás agullas e se marea, vacunámolo na camilla sen problema", otro punto más de tranquilidad para acudir a vacunarse.