Tarde de domingo desastrosa en Loureiro Crespo: roban en media docena de pisos del mismo edificio en apenas dos horas
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Desde hace varios meses, hay vecinos de la calle Loureiro Crespo de Pontevedra que han notado "mucha inseguridad". El ambiente del barrio se ha enrarecido, hay personas que se quejan por los ruidos, comerciantes que denuncian daños y otros que aseguran que "tienen miedo". La situación hace ya semanas que se ha hecho insostenible, pero en la tarde de este domingo vivieron lo que consideran que es la gota que colmó el vaso al detectarse al menos media docena de robos en apenas dos horas en el mismo edificio.
Ocurrió en el edificio del número 23, de siete plantas. La Comisaría Provincial de la Policía Nacional tenía a mediodía del lunes constancia de cuatro casos, si bien los vecinos aseguran que hay al menos seis robos y que incluso hay algunos residentes con los que todavía no han podido contactar que puede también hayan sido víctimas de la misma ola de robos.
Todo sucedió, según relatan fuentes vecinales, entre las cinco y las siete de la tarde. La Policía Nacional, que mantiene abierta una investigación por lo ocurrido, habla de la tarde del domingo, pero todavía no se ha podido definir el momento exacto del robo. Sí han podido constatar que a algunos pisos accedieron a través de la ventana del descansillo y a otros usando una palanca para forzar la puerta.
La hipótesis inicial es que los autores fueron los mismos, si bien de momento las investigaciones están un momento incipiente. Agentes de la Brigada de Policía Científica se trasladaron durante la jornada de este lunes hasta el edifico para recabar pruebas que resultarán cruciales para dar con los autores.
En todos los pisos asaltados el botín fue el mismo, dinero y joyas, y los autores no se llevaron ni electrodomésticos ni otros objetos de valor. "Joyas, ni siquiera discriminaron, cogieron los joyeros y se llevaron las buenas y también la bisutería. Se nota que tenían prisa", relata una vecina, que se hace eco del miedo que ha despertado entre los vecinos del inmueble.
Fuentes vecinales han explicado a PontevedraViva que uno de los vecinos en cuya casa robaron contaba con un sistema de grabación de seguridad en el que se ve que una mujer entró al piso sobre las siete de la tarde y que en otro los ladrones accedieron forzando una puerta de seguridad, si bien en la mayoría ni siquiera forzaron la puerta, sino que entraron por otros medios.
Los vecinos se dieron cuenta a partir de última hora de la tarde, cuando regresaron de las playas o de realizar planes dominicales y señalan que los ladrones aprovecharon que es habitual que en verano en las tardes de los domingos los vecinos suelen hacer planes fuera de sus viviendas, sin contar con que hay personas que sí se encontraban en sus casas y ahora tienen mucho miedo.
El temor vecinal es a que los ladrones vuelvan a entrar y les encuentren dentro de sus casas. Este miedo se suma, además, a que el barrio ya estaba revolucionado desde hace meses, "en el barrio y en esta calle en particular hay un ambiente muy raro".
"Peleas, empujones, sangre en la calle, gente rara..., los comerciantes tienen miedo porque hay peleas, orinan en los contenedores, tiran colillas... el ambiente es malo en general y esto nunca fue así", relata una vecina del edificio afectado, e que asegura que la sensación de inseguridad es generalizada, en especial entre la gente mayor.
Su miedo es porque no saben quién se mueve por su barrio, pero también porque "ahora sabemos que (los ladrones) camparon a sus anchas por el edificio y eso genera inseguridades". En la noche del domingo al lunes, muchos vecinos no lograron dormir y tan solo tenían en mente que hace unos meses también hubo robos en otra calle del barrio, Amado Carballo, y "era cuestión de tiempo" que llegasen a ellos.
La sensación de inseguridad es tal que fuentes vecinales trasladaron a este periódico que la comunidad estudia tomar las medidas oportunas, "va a considerar contratar seguridad privada" y a partir de ahora "estaremos alerta" pues "la gente tiene mucho miedo y hay mucha gente mayor".