Los establecimientos de hostelería de 36 concellos gallegos, entre ellos Pontevedra, que se encuentran en el nivel alto o máximo de restricciones por la incidencia de la covid-19, están obligados a regular el acceso a sus espacios interiores.
Sus responsables deben pedir a los clientes un certificado de vacunación, un documento que acredite haber pasado la enfermedad o una prueba diagnóstica negativa para poder atenderles. Tan solo quedarán exentos de ello los que consuman en sus terrazas.
Este nuevo requisito, al menos en estas primeras horas con la medida en vigor, no ha frenado la asistencia a bares y restaurantes que, en su mayor parte, han registrado una gran asistencia.
En cuanto a los aforos, la hostelería puede trabajar al 30% en interior y al 50% en terrazas. Deberán cerrar, como hasta ahora, a la una de la madrugada.
Estos nuevos requisitos para la hostelería no han sido las únicas restricciones que han entrado en vigor este sábado en Galicia, ya que el foco se ha puesto sobre las reuniones sociales.
Hasta nuevo aviso, seis será el número máximo de personas que se pueden reunir en espacios cerrados, un límite que se eleva a diez en el caso de lugares al aire libre.
Además, las reuniones entre no convivientes estarán prohibidas entre las 03:00 y las 06:00 horas, si bien en los municipios en nivel alto o extremo esta restricción se activa a la una.
En este último caso se encuentran, entre otros, los ayuntamientos de Pontevedra, Poio, Marín, Sanxenxo, O Grove, Cambados, Meaño, Vilagarcía, Vilanova y A Illa de Arousa.