Los 85 positivos que, según las últimas estimaciones, se han detectado en Pontevedra derivados del viaje de escolares a Mallorca han provocado que, a partir de este sábado, se eleven las restricciones en la ciudad.
Serán, fundamentalmente, restricciones en la hostelería. Al pasar a nivel medio, en Pontevedra se reducirá el aforo al 30% en el interior de los establecimientos y al 50% en las terrazas. Además, el ocio nocturno no podrá reabrir por ahora.
No hay prohibiciones, sino tan solo recomendaciones, en cuanto a reuniones sociales y encuentros familiares que, según Sanidad, es por donde se estarían registrando los contagios derivados del macrobrote de Mallorca.
De ahí que el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, haya señalado que le parece "moi contradictorio" que se castigue a la hostelería local por un brote "que vén de fóra" y, una vez más, "paguen xustos por pecadores" cuando no se registra transmisión comunitaria.
Fernández Lores asegura que, en la información facilitada por Sanidade, se refleja que todos los casos detectados tienen relación con el brote de Mallorca y que "non hai indicios" de que se hayan registrado contagios en los establecimientos de hostelería.
"Agora que empezaban a normalizar a súa actividade e sen demostrarse que houbo erros nas medidas preventivas, son os que van a sufrir as restricións sen modificarse o resto", ha apuntado el alcalde, que espera que este paso atrás "dure pouco tempo".
Además, el regidor pontevedrés ha asegurado que es "gracioso" que en Mallorca, el lugar en donde se produjo el brote que ha afectado a media España, la hostelería "segue igual" y sea en Pontevedra "onde pagamos as consecuencias".
Tras destacar que en Pontevedra "non hai nigún brote relacionado co botellón", Lores ha añadido que "os botellóns fanse noutros sitios e logo padecemos nós as consecuencias".