Los trabajadores de la Xunta de Galicia en Pontevedra ya fichan para que la Administración controle sus horarios de entrada y salida y tiempos de descanso. Desde este lunes 7 de octubre se ha puesto en marcha el sistema de control del horario de los empleados públicos a través de tarjetas digitales. En esta primera fase se ha aplicado a 700 personas y en los próximos meses se aplicará a la totalidad de la plantilla.
La aceptación del sistema ha sido muy dispar. Mientras el delegado territorial, José Manuel Cores Touris, asegura que se desarrolló "con total normalidade", los representantes sindicales muestra cierto malestar con la operatividad del sistema. Están de acuerdo con implantar un sistema de control horario, pero las quejas de los trabajadores van enfocadas a que el sistema ficha a qué hora entran y salen de trabajar a través de los ordenadores personales y algunos funcionan muy lentos, de modo que "obrigan a ir antes para poder fichar a tempo".
"Fichar no posto de traballo vai causar máis problemas que fichar na entrada ou outro tipo de control horario"
Fernando García, de CIG-Administración, valoró que el sistema "en principio parece que é un desastre", "non responde ao que debería ser o control horario" y "non vale para o que se pensou". Así, señala la disfunción de las tarjetas digitales para empleados cuyo puesto de trabajo no es estático en el edificio, sino en el exterior. "Fichar no posto de traballo vai causar máis problemas que fichar na entrada ou outro tipo de control horario", valora, e indica que se han registrado muchos incidencias en este primer día.
Además, algunos trabajadores se quejan de que los cinco ascensores del edificio administrativo de la Xunta en Pontevedra se colapsan en horas punta, de modo que tienen que llegar mucho antes a la sede autonómica para poder subir a su piso de trabajo (hay nueve plantas) a tiempo para encender el ordenador e introducir la tarjeta digital para fichar. "Algúns teñen que chegar un cuarto de hora antes", explica una delegada sindical. De los cinco ascensores, dos son directos al primer y segundo piso y el resto para todo el edificio.
Al respecto, Fernando García opina que "nun edificio de nove planta con tres ascensores é moi difícil chegar á hora sen chegar 20 ou 25 minutos antes" y prevé que "o horario é único para todos e vai haber un embotellamento brutal" hasta que concluyan las negociaciones que prevén horarios laborales de entrada escalonada para los empleados autonómicos. Además, "os ordenadores son lentos, hai que entrar no portal e ao principio é lento".
El delegado territorial explicó que desde este lunes el sistema se aplica a toda la plantilla a excepción de la Agencia Tributaria, Sanidad y Turismo y sobre posibles incidencias señaló que desde su punto de vista, los cinco ascensores del edificio "deberían ser suficientes como eran suficientes ata agora aínda que non tiveran que fichar". Reconoció, eso sí, que se han producido "os pequenos axustes de ser o primeiro día".