El sindicato UGT, a través de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de Pontevedra, se ha concentrado este miércoles frente a la sede administrativa de la Xunta para protestar contra los recortes en materia de seguridad y vigilancia que se están produciendo en el Pazo y la finca de Lourizán. "La única realidad que opodemos constatar es que se suprimen los puestos de seguridad las 50 hectáreas de finca y los edificios se van a quedar completamente inseguros", confiesa el secretario general de FESMC en Pontevedra, Isaac Gutiérrez.
Es la segunda ocasión en la que los representantes de los trabajadores se concentran en este lugar. Su objetivo es reclamar la mediación del delegado territorial, Luís López, para evitar que el pazo se quede sin vigilantes. "Ya nos sentamos con la Consellería de Medio Rural y la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal) y solo nos encontramos medias verdades o falsedades", lamenta el portavoz sindical, que teme que con la convocatoria del nuevo concurso para la gestión de la seguridad privada se consolide la pérdida de la vigilancia presencial.
"Desde enero solo hay vigilantes los fines de semana porque hay visitas. El concurso salió en marzo y retomamos las movilizaciones pero por ahora recibimos la callada por respuesta", sostiene Gutiérrez. Mientras no se resuelve el conflicto, los vigilantes que prestaban servicio han sido reubicados por la empresa en otras localizaciones, "pero el hachazo en el recorte de horas está ahí", puntualiza.
En este sentido, desde el sindicato piden al Gobierno "ser más sensible ante la pérdida de puestos de trabajo y no meter el tijeretazo achacando a que tienen que reestructurar".
No se niegan los trabajadores a complementar el servicio con sistemas de videovigilancia, pero bajo ningún concepto aceptarán que "dos cámaras sustituyan a una persona que esté por allí dando vueltas", concluye Isaac Gutiérrez.