Cierra el Sanatorio Santa María tras 72 años de actividad en Pontevedra
Por Alejandro Espiño
En 1949 abría sus puertas el Sanatorio Santa María. Durante cinco décadas vio nacer a varias generaciones de pontevedreses. De maternidad, a finales de los 90, pasó a ser un centro sociosanitario como hospital de media y larga estancia para enfermos crónicos.
Pero, tras 72 años de actividad -23 como recurso de hospitalización para pacientes que precisan una atención especializada y personalizada- su trayectoria llega a su fin. El próximo 10 de junio ya no tendrá pacientes y cerrará sus puertas.
Sanidade ha decidido no renovar la autorización hospitalaria que, cada diez años, otorgaba a Hestia Galicia -la propietaria del sanatorio-. ¿Los motivos? La necesidad de instalar un segundo ascensor y poner baños en todas las habitaciones.
La compañía entiende que esos requerimientos, que en todo caso no afectan a la atención asistencial que reciben los pacientes, son "deficiencias insalvables" para poder mantener la actividad del centro, debido a la estructura del edificio y a su grado de protección patrimonial.
Desde la dirección de Santa María, en conversación con PontevedraViva, explican que "no discutimos la medida" porque reconocen que el actual centro "ya no puede continuar prestando la actual atención", ya que esas deficiencias "no las vamos a poder subsanar".
"Podían haber estipulado el cierre y punto", señalan en relación a la decisión de Sanidade, ya que la rigidez de las normas "la acatamos y la entendemos", por lo que desde Santa María "no podemos decir nada contra la administración". Les dieron quince días para alegar.
Rastrearon el mercado inmobiliario, entre ellos varias opciones en Poio, para reubicar su actual centro asistencial "pero nada reunía las condiciones que necesitábamos", por lo que decidieron apostar por ampliar las prestaciones de un centro que acababan de comprar.
Hestia Galicia adquirió en septiembre de 2018 el sanatorio psiquiátrico San José, en Vigo, que será objeto de una profunda remodelación. La empresa presentó un proyecto para construir dos plantas más y albergar en ellas los servicios que prestaba en Pontevedra.
"Necesitábamos tiempo para construir este proyecto", señalan los directivos de Santa María, por lo que propusieron a la Xunta de Galicia mantener a los pacientes en Pontevedra durante los seis meses que, según estiman, precisan para terminar el nuevo sanatorio vigués.
Tras ese periodo, tanto los internos -62 actualmente- como todos los trabajadores serían recolocados en Vigo y el sanatorio pontevedrés quedaría entonces sin actividad.
Sanidade, según la empresa, "vio con buenos ojos" esta solución, tanto que aprobó el proyecto "muy rápido", pero consideraba "insalvable" mantener abierto Santa María mientras el nuevo centro no estuviera terminado, al carecer de la autorización hospitalaria.
"Nos hubiese gustado salvar ese periodo de seis meses para no tener que llegar a un ERTE", señalan desde Hestia Galicia, pero al menos al contar con la "garantía" de las autoridades sanitarias para autorizar el proyecto en Vigo "no tuvimos que ir a un ERE extintivo".
Tras la apertura del renovado sanatorio en Vigo, insisten desde la empresa, todos los trabajadores de Pontevedra mantendrán sus puestos de trabajo.
Los pacientes, mientras tanto, serán recolocados en otros centros, entre ellos La Robleda (Santiago), también propiedad de Hestia Galicia, y otros serán dados de alta. "Eso ya no depende de nosotros, sino de Sanidade", subrayan los directivos de Santa María.
La pregunta ahora es qué pasará con el histórico edificio. El inmueble es propiedad de Hestia Galicia, pero con la actual normativa es prácticamente imposible que pueda destinarse a cualquier uso sociosanitario. "No tenemos ninguna idea ni ningún proyecto", afirman.
CCOO VE "PRECIPITADA E INJUSTIFICADA" LA DECISIÓN DE SANIDADE
Desde el sindicato Comisiones Obreras consideran que la decisión de Sanidade es "precipitada e injustificada" y provoca un enorme perjuicio a los pacientes y los 40 trabajadores del centro. "Es una situación que nadie esperaba", explica José Luis García Pedrosa.
En una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por trabajadoras de Santa María, García Pedrosa asegura que "sorprende mucho" que la Xunta de Galicia "tenga tanta prisa" por cerrar el sanatorio "cuando había un proceso negociador para el traslado a Vigo".
Ha reiterado que el centro pontevedrés "reúne todos los requisitos de calidad" y, de hecho, ha puesto en valor que ninguno de sus internos, con cuidados paliativos y de edad avanzada, se ha contagiado con la covid-19, por lo que esta premura "no tiene ninguna justificación".
La empresa, ha señalado el líder sindical, tuvo que buscar una alternativa "con muy poco tiempo" y, de haber tenido más, "podría haber encontrado una reubicación en la comarca".
El ERTE presentado "se supone que es por seis meses", ha señalado José Luis García Pedrosa, que ha lamentado el "perjuicio" que esta decisión de Sanidade provoca a los trabajadores, a los pacientes y a sus familias, "muchas de las cuales aún no saben dónde irán sus enfermos".
CC.OO asegura que abrirá una vía de interlocución con la Xunta para tratar de que revoque una decisión con la que están "en total desacuerdo". Al mismo tiempo iniciarán movilizaciones en la calle. La primera, el próximo jueves ante la delegación territorial de Sanidade.
Relacionadas:
-
Los propietarios del antiguo sanatorio de Santa María valoran su reconversión a hotel boutique
Por Oskar Viéitez |
-
Paloma Castro lamenta la "falta de sensibilidad" de la Xunta con las familias afectadas por el cierre de Hestia Santa María
Por Redacción |
-
El cierre de Santa María deja solo 72 horas para buscar nuevo hogar a su paciente más antiguo
Por Manu Otero & Mónica Patxot |
-
Santa María se vacía de pacientes antes de su cierre definitivo
Por Alejandro Espiño & Mónica Patxot |