Larga vida a la librería Seijas
Por Manu Otero & Mónica Patxot
Cambio de ciclo en el pequeño oasis literario de la Avenida de Vigo. La emblemática Librería Seijas comienza esta semana una nueva andadura. Atrás quedan los 40 años de duro trabajo de Luz Gallego y Manuel Seijas para hacer historia alrededor de la literatura infantil y juvenil.
El testigo lo recoge Alba Blanco, quien, todavía abrumada por el traspaso de poderes, está decidida a mantener el espíritu que ha hecho grande a su nueva pero longeva criatura aportando, eso sí, su toque personal.
"Da mucho vértigo", reconoce agobiada la nueva propietaria. "Ahora mismo no puedo ni pensar, no tengo espacio cerebral para pensar en nada más que en lo que tengo que hacer. El lunes espero estar más asentada y empezar a asimilar y disfrutar un poquito del proceso", añade parapetada detrás de una pila de albaranes y pedidos.
Por fortuna, para ayudarla a sujetar el timón durante la tempestad de estos primeros días de navegación está Luz Gallego, a la que también le está costando dejar volar a su criatura. "Esto es como gestar, parir alimentar, hacerlo crecer y luego, como todo buen hijo, se va. No lo tenemos asimilado todavía", reconoce con los ojos vidriosos.
"Todavía hoy estaba respondiendo al mail de un colegio que nos envió el otro día una carta y un ramo de flores y se me caían las lágrimas. Son emociones muy fuertes, ver esto vacío con lo que nos costó llenarlo en 40 años", recuerda con el orgullo del deber cumplido.
Aunque Nenuca, como se conoce en la ciudad a Luz Gallego, y Manuel no estarán, su impronta ha quedado marcada para siempre en estas cuatro paredes de la Avenida de Vigo. "Vamos a mantener la línea que ellos siguieron tanto de trato como de amor hacia la literatura infantil y juvenil. Pero también hacia el álbum ilustrado, obviamente. Por mi profesión me gustaría dedicarle un espacio espcial al libro de arte", avanza Blanco cuál va a ser la nueva seña de identidad de la librería que esta viguesa titulada en Bellas Artes y especializada en la ilustración intentará aplicar a su nuevo negocio.
El cambio de titularidad de la empresa fue un flechazo más que un traspaso. "No pensé en venir a por ella. Pero cuando vi el cartel del traspaso noté esa necesidad de preguntar. Fue preguntar y ya me vi hablando con el banco. El proceso de decisión fue muy corto, el de adquisición sí fue largo", relata Alba cómo decidió lanzarse a una aventura en la que este mismo fin de semana comenzará a volar sola. Aunque sabe que siempre tendrá un apoyo en los viejos propietarios. "Tenerlos al lado tranquiliza muchísimo, intentaré no molestarlos pero sin su ayuda yo no podría hacer esto. Estoy agrecidísima", subraya.
La asistencia de Luz y Manuel durante estos primeros días se centra principalmente en "escoger los libros fundamentales de cada editorial y conseguir las mejores condiciones porque se va a hacer cargo de la libreria en unos meses dificiles de poca venta", avisa Nenuca convencida del éxito de su nueva idea de negocio. "Con su toque personal, que lo tiene y es muy original con respecto al nuestro, va a continuar con esa fórmula de literatura para niños que ha funcionado tan bien", confía.
Renunciar a la tradición e historia de esta herencia no es una opción. La Librería Seijas creció a la sombra del instituto Frei Martín Sarmiento especializándose en libros de formación profesional. La reforma educativa dio al traste con esa vía de negocio e hizo florecer un pequeño estante en el que Luz Gallego ofrecía ejemplares de literatura infantil.
"Empecé a investigar editoriales pequeñitas e independientes y tiramos por ahí. Con la crisis del 2008, mucha gente con buenas ideas y muchas iniciativas montaron sus propias editoriales y florecieron como setas. Sacaban muy buenos productos y nos sumamos a esa tendencia", relata Nenuca.
El ambiente y el modelo urbano resultó también crucial para el asentamiento de la ciudad de las librerías. Culturgal, la feria del libro o el Salón do Libro Infantil e Xuvenil no serían lo mismo sin Seijas y el resto de librerías de la ciudad. Pero llegar a ese punto fue el fruto de un largo proceso de maduración. "Antes era diferente. Yo tenía dos niñas y en esta calle no les dejaba cruzar al horno a por el pan porque esto era la autopista Pontevedra Vigo. Sortear farolas, bajar a la carretera, coches aparcados... era imposible venir. Ahora es mucho más asequible", agradece.
Una de las primeras clientas de esta icónica librería fue la escritora María Victoria Moreno, homenajeada en el 2018 por el Día das Letras Galegas.
"A los dos días de abrir entró María Victoria Moreno en la librería toda emocionada porque abría una librería nueva debajo de su casa. Aquí no había nada ni aceras, era carretera y tierra. Entró y se encontró con Tito y luego llegué yo, que había sido alumna de ella en el Valle-Inclán. Se abrazó a mí y se entabló una muy buena relación de amistad. Me emociona recordarla. El otro día encontré los originales del último libro de ella de poesía, corregía aquí en su agenda sus libros", revive Nenuca uno de los múltiples recuerdos que guardará para siempre en su maleta cuando crucé por última vez el umbral de la que siempre será su casa.