Los marineros de la ría de Pontevedra, al igual que ha sucedido en toda Galicia, están en pie de guerra contra el nuevo reglamento de control europeo con respecto a la flota artesanal.
El sector entiende que estas nuevas normas causarán graves perjuicios a la flota gallega, al obligar a los barcos de menos de doce metros de eslora, entre otras cosas, a faenar con equipos permanentes de geolocalización y a declarar sus capturas de manera telemática.
Una de las concentraciones más numerosas se registró este mediodía ante la lonja de Bueu.
"Políticos canto corredes para o voto dos pescadores e agora tratádesnos coma atracadores" ha sido una de las proclamas de un colectivo que se posiciona en contra de la modificación del reglamento europeo, que se ha tramitado de espaldas al sector.
Exigen los profesionales que se les excluya de la obligación de la instalación de cámaras, la geolocalización obligatoria o el envío de datos de las capturas desde la propia embarcación.
Reclaman también que se defina de una forma clara y real el concepto de pesca artesanal y que reciba un tratamiento distinto al de las flotas industriales.
Las protestas se han sucedido por toda la ría de Pontevedra. Así, barcos de Sanxenxo y Portonovo se movilizaron frente a la playa de Silgar y pesqueros de Raxó y Pontevedra hicieron lo propio frente a la lonja de Campelo.
Además, las mariscadoras de Lourizán se han concentrado en Os Praceres y numerosos barcos han optado por reunirse en el fondo de la ría para mostrar su rechazo a estas medidas.