Hace poco más de un mes, Gabriel Nogueiras se hizo un hueco en el competitivo mundo de la moda. Fue el ganador del Mercedes-Benz Fashion Talent, la pasarela para nuevos diseñadores de la Madrid Fashion Week. "Fue un shock emocional muy fuerte", recuerda.
Lo hizo con una colección, titulada 'Fat Man', que lo coronó como el "diseñador de la pandemia". Su propuesta, fusionar la ropa "que nos poníamos para estar cómodos en casa" durante el confinamiento, principalmente chándales o pijamas, con la moda urbana.
Todo surgió, precisamente, en plena pandemia. "Soy una persona muy inquieta y de repente me vi encerrado en casa", explica Gabriel, que vivió esa experiencia "como si fuera una película de guerra" porque salía a la ventana "y no veías a nadie, era como si hubiera caído una bomba".
De ahí le llegó la inspiración para relacionarlo con las imágenes captadas de Hiroshima, la ciudad destruida por la bomba atómica, del fotógrafo Joe O'Donnell y reinventar el estampado de camuflaje militar, apostando por una identidad nueva para la moda masculina.
"Ya no estamos conformes con el clásico pantalón de pinzas, queremos algo más", apunta el diseñador pontevedrés, que acabó dándole un "toque más urbano" a la estética militar.
Así, sus creaciones demostraron que era posible mezclar esa "ropa de pandemia" con tejidos más allá del algodón o la lana, con muchos cuadros en su diseño y transformando esa "estética pijamera" en ropa de vestir "cómoda y elegante" con un marcado estilo 'street-wear'.
Ahora que ha encontrado su estilo y su seña de identidad, Gabriel tiene claro que continuará por ese camino. Lo hará desde su estudio de Poio porque asegura que su proyecto no habría sido posible en ciudades grandes como Madrid o Barcelona.
Sus tejidos los consigue gracias a los contactos con proveedores que conoció durante su trabajo para marcas como Carolina Herrera, Inditex o Bimba y Lola. "Ellos utilizan metros y metros de tela y, si tienen una mancha o un roto, ya no les vale", detalla el joven diseñador.
"Yo me quedo con esa tela y hago un patronaje mucho más cuidado, una intervención más potente sobre la prenda y le doy identidad, transformándolo en prendas únicas para el cliente", añade Gabriel Nogueiras, cuya marca 'Rubearth' ya ha dado sus primeros pasos.
Por ahora vende sus prendas por Instagram, pero espera que pronto esté lista su propia tienda online. En ella se podrán conseguir unas creaciones "que son muy versátiles y que pueden usar hombres y mujeres" porque sus colecciones, aclara, "no tienen estigmas".
Con este proyecto, este diseñador ha logrado tomar las riendas de su carrera. No fue un camino fácil porque "no tuve tradición de moda en la familia" y descubrió este mundo cuando, estudiando Publicidad, "decidí darle una vuelta más creativa a mi vida".
Acabó matriculándose en la Esdegmga, la escuela de moda de Pontevedra, a la que "llegué muy pez porque no sabía ni cómo se hilvanaba una aguja". Allí le enseñaron el oficio y, visto el resultado, la experiencia no ha podido ser mejor para él. Y, sin duda, también para la moda.