El parque infantil de la plaza 8 de Marzo de Pontevedra, en la conocida como Ciudad de Piedra en Eduardo Pondal, abrió este miércoles tras cerca de un mes cerradocon una nueva imagen y en condiciones de seguridad más elevadas tras ser sometido a una completa restauración y rehabilitación de todos los elementos de juego, vallado y mobiliario.
El concejal de Desarrollo Sostenible y Medio Natural, Iván Puentes, cortó este miércoles el precinto que cerraba las instalaciones por causa de las obras e hizo una visita a la zona de juego acompañado por el jefe del Servicio Municipal de Parques y Jardines, Manuel Fontán, y por el representante de la empresa responsable de las obras, Baygar, Pablo Loureiro.
Puentes recordó que esta actuación es "unha máis dunha liña de traballo que comezamos a primeiros deste ano", que consiste en mantener y en mejorar la seguridad de todos los parques infantiles del Concello de Pontevedra. Las distintas actuaciones comenzaron a principios de 2021, pero son resultado de un exhaustivo estudio durante 2020 para conocer los aspectos en los que los parques podían no cumplir la normativa o implicar algún tipo de riesgo potencial con el fin de "poder adaptalos á normativa europea máis esixente e poder obter unha certificación de seguridade de todos eles", según dio a conocer el concejal.
En los últimos meses ya se actuó en parques de Monte Porreiro, Tafisa y Valdecorvos y en estos momentos están actuando en el de Barcelos. En el caso de este de la plaza 8 de Marzo, Iván Puentes explicó que se hizo una "intervención absolutamente completa" desde el punto de vista de la seguridad y del mantenimiento y el resultado y un parque que tiene los elementos como nuevos y demuestra que "moitas veces, adicamos moito tempo a facer obras novas, pero tan importante como iso é manter o que temos en boas condicións".
En este parque se actuó en el vallado perimetral, se instaló un elemento para evitar el riesgo de quedar atrapado en la parte superior del vallado, se mejoró el suelo de caucho haciendo un recrecemento debajo de los diversos juegos para recuperar la amortiguación y darles más seguridad y se desmontaron y se restauraron todos los juegos. En los elementos de juego, se recuperaron piezas, se pintaron y se renovaron. Además, se mejoró el mobiliario urbano, desde papeleras a bancos o la fuente.
Pablo Loureiro, de Baygar, explicó que el proyecto, que supuso una inversión de 20.023,56 euros, supuso actuar "principalmente nas áreas de seguridade do propio parque". Además de los propios elementos de juego, hubo intervenciones complementarias como aumentar el espesor de las zonas de caída libre hasta 16 centímetros, se reforzó la red de trepa retirando elementos que podían suponer riesgos y tanto las papeleras como los rebajes de las farolas fueron totalmente restaurados para evitar hipotéticos riesgos o daños por cortes.
La imagen exterior es también la de un parque nuevo porque se actuó en aspectos estéticos como un pintado íntegro de todo el vallado perimetral y de los cuatro bancos del interior y los tres del perímetro exterior. Uno de estos bancos situado en el corredor de entrada mismo se desplazó para dar mejor acceso. También se cambiaron los carteles informativos para adaptarlos a la normativa actual.