El Pazo de Meirás debe ser un centro dedicado a la memoria antifranquista. Esa es la reivindicación de los colectivos feministas gallegos que han hecho público un manifiesto para solicitar a la Xunta de Galicia que no utilice su lucha como excusa para silenciar lo que ocurrió en él.
Casi un centenar de firmas apoyan ya este manifiesto, promovido por la periodista Montse Fajardo, la presidenta de la AC Alexandre Bóveda, María Xosé Bravo, y la poeta Marta Dacosta.
Entre los apoyos recibidos están varios colectivos pontevedreses como el Colectivo Feminista de Pontevedra, Comando Mazá, O soño de Lilith o A Bella Otero de Valga.
Entienden que tras décadas de arduo trabajo para que el Pazo pasara a manos "de su legítimo propietario, el pueblo gallego" es el momento de cambiar su significado y convertirlo en el símbolo de restitución de la memoria de las víctimas y de la lucha de la sociedad "para acabar con la impunidad".
Las firmantes irrumpen en el debate sobre los usos de Meirás apoyando que se destine a la recuperación y la divulgación de la memoria del pueblo "ultrajado y aniquilado" y de su lucha antifranquista desde una "imprescindible perspectiva de país, clase y género".
Su vistazo debe estar puesta también, añaden en el manifiesto, en la restitución del recuerdo de las mujeres que fueron represaliadas "y que aun así fueron quien de ser solidarias con el pueblo perseguido y resistentes en la lucha y en la transmisión del verdadero relato".
Como feministas, aseguran que hay que hacer visible su lucha y trabajar en pro de la memoria y el manifiesto finaliza recordando que "el feminismo no esconde la memoria, está infestado de ella".