Los trabajos de restauración de la Casa Consistorial están deparando agradables sorpresas. La última es todo un descubrimiento: escondida detrás de unas traslúcidas uralitas estaba el lucernario de hierro original del edificio.
Esta obra del arquitecto Alejandro Rodríguez Sesmero, que le valió la concesión en 1880 de la cruz de la Real Orden de Carlos III, contaba en su diseño original con un lucernario de singular estructura que en el año 1953 fue ocultado tras una vidriera con el escudo de la provincia.
Aquella vidriera "que se guarda como oro en paño" fuera diseñada en los talleres de la empresa La Belga, casa fundada en Vigo en 1914 por José Cameselle Rial, y que trabajó ininterrumpidamente tanto en la realización como en la restauración de vidrieras hasta 1988 que cerró sus puertas.
"En los informes previos se veía una estructura de hierro un poco confusa cubierta por una uralita", explica el arquitecto municipal, Ángel Velando, que presume con orgullo que la restauración que se está llevando a cabo de esta "ingeniosa estructura piramidal de 100 metros cuadrados".
"Está pensada para ganar estabilidad cuando se carga, por el diseño de sus tensores, de hecho el eje central de la estructura, probablemente colgaba una lámpara de araña, que la hacía ganar en estabilidad", comenta Velando "lo aconsejable es que ahora se vuelva a instalar otra lámpara. Si los tiempos lo permiten", añade.
La idea es respetar el diseño original del edificio con este valioso lucernario que será acristalado convenientemente.
Por cierto que en la restauración de la fachada también llamó la atención un golpe en una de las piedras que se especula con la posibilidad de que sea un impacto de bala producido durante la Guerra Civil.